Capitulo 4

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Ninguno le contó a nadie sobre el incidente, ni su familia ni la de Sasuke lo sabían.

Si alguien comentara eso no habría manera de controlar al azabache, hacia un año de ello, seguía llorando como el primer día.

Lo que más lo conmovió fue que seis meses atrás Sasuke se quedó en el jardín todo el día, diciendo que un día de esos hubiera nacido su bebé, era claro que no lo superaría.

Decidieron acordar un nombre, Yuki, debía nacer en invierno, además no importaba que hubiese sido, niña, niño, doncel, era un lindo nombre.

El psicólogo le dijo que estaba bien, que era su manera de pasar el luto, mientras no le hiciera daño a nadie, ni a sí mismo.

Últimamente había tomado el hábito de sentarse a leer en un lado del árbol, la ropa que había intentado tejer al igual que lo poco que había comprado lo tenía guardado en un cajón, junto con las ecografías.

— Amor ya es tarde — salió para buscarlo, estaba recostado en el césped mirando hacia el cielo con las manos en el abdomen.

— ¿Qué haces? — le hizo compañía acostándose a su lado.

— Pensaba algo — señaló las estrellas que comenzaban a aparecer después del ocaso — Una vez escuché que los bebés no nacidos son algunas de esas estrellas.

El rubio dirigió su vista hacia el cielo que comenzaba a llenarse de estrellas — Yo también lo escuché; dicen que la que mires brillar más es tu bebé.

— Que cambia dependiendo de ti — alzó la mano señalando — Yo creo que es aquella,  la que está sobre nosotros.

— Sí... Es la que más brilla — tomó su mano libre entrelazando sus manos — Ven, vamos adentro — se levantó ayudado al azabache.

— Ya está la cena lista, debes comer un poco más — miró el árbol con una sonrisa.

— Hazta mañana Yuki — susurró bastante bajo siguiendo a Naruto — ¿No quemaste nada?

— ¿No crees que ya cocino bien? — apretó sus mejillas haciendo que formará boquita de pez, le plantó un beso riéndose pr su gesto.

— Pues te diré — mencionó de manera burlesca, sirvió los platos y se sentó.

Miraba a Naruto fijamente sin tocar la comida.

— ¿Pasa algo? — cuestionó con curiosidad,  no le decía nada pero sabía que quería hablar.

— Ya no quiero ir a terapia — mencionó firme — Quizá sirvió al principio pero, ya me acostumbré — alzó los hombros empezando a comer.

— ¿A qué te refieres con eso ttebayo? — lo miró consternado.

— A que la cita que pasó me dijo que debo aprender a vivir con que no pude llevar a termino el embarazo — seguía comiendo mientras explicaba.

— ¿Quiere que lo olvides? — está vez Sasuke asintió.

— ¿Cómo puedo olvidarlo? Era mi bebé, siempre lo va a ser — sus ojos se volvieron vidriosos — No es como que si me embarazo de nuevo, voy a decir que es el primero.

Se levantó empezando a fregar los platos mientras seguía hablando con Naruto — Siento que me está agobiando — se apoyó en la barra — No tiene ni la más mínima idea de cómo me siento, él no perdió a su bebé.

Naruto se levantó para encararlo — Si no te sientes cómodo ya no vayas, no estás obligado a nada mi amor — tomó sus labios en un pequeño beso.

— Las vecinas han estado viendo por encima de la cerca, es como si vigilarán lo que hago en el árbol — abrazó al blondo.

— ¿Recuerdas lo que dijo mi madre cuando las vio?

— Que son unas viejas chismosas, sí... Tu madre amenazó a las vecinas.

— Quizá les incómoda que seas un doncel demasiado hermoso — besó su cuello con cariño.

— No me considero así.

— Que modesto, claro que eres hermoso, no sólo físicamente, eres un amor de persona al menos conmigo, siempre tienes cara de pocos amigos.

— Estás enamorado eso es todo — intentaba sacarse de sus brazos.

— Me gustaste desde siempre — besó la mejilla de Sasuke sin intenciones de soltarlo.

Lo llevó cargando hasta la habitación, cada vez eran más frecuentes sus ratos de felicidad.

Era algo que los animaba a ambos, aunque aún no se atrevían a algo más que dormir abrazados, era todo lo que necesitaban por el momento.

Nuestro bebé [NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora