Los monstruos se hacen (No nacen)

capitulo 16

Orochimaru

Resumen: Orochimaru se revela. Se produce el caos, siguen las consecuencias.

 

El silencio que impregnaba el Bosque de la Muerte era ensordecedor. La ausencia de ruido se filtraba a través del espacio abierto siniestramente. El diminuto canto de los bichos de la naturaleza y el canto de los pájaros estaban completamente ausentes. Todo estaba inquietantemente congelado y suspendido en una quietud estancada. Los ojos del genin rubio se abrieron con horror ante la proclamación del ninja y dio un paso atrás con miedo. Su brazo permaneció extendido frente a su pálido compañero de equipo. Naruto miró al ninja andrógino y tragó saliva con nerviosismo.

"Eres Orochimaru de los Sannin". Respiró alarmado.

Sus compañeros de equipo lo miraron alarmados y confundidos. No estaban acostumbrados a ver el miedo flagrante en su mirada. Orochimaru sonrió lentamente y encantado. Sus ojos oscuros se iluminan con interés.

"¿Oh?" Dijo arrastrando las palabras en voz baja. "Me sorprende que me conozcas. No muchos de tu edad lo saben". Habló con una risa ligera.

Los ojos de Naruto se entrecerraron. Había estado reuniendo información durante años y escuchando a civiles y shinobi hablar en callejones envueltos y en estupor ebrio. Sus clones entraban y salían de Konoha día y noche. Eran su red de espías e informantes. Sus numerosos clones se mantuvieron en los callejones estrechos y grietas ocultas dentro de la aldea y escucharon en todos los asuntos, desde charlas tontas hasta conversaciones secretas y asuntos clandestinos. Había oído hablar de la Serpiente Sannin. Era notablemente poderoso y peligroso. Era un desertor del pueblo y nunca quiso encontrarse con él. Jodidamente increíble.

"Es de mala educación que sepas mi nombre y yo no sepa el tuyo", comentó Orochimaru con una leve sonrisa.

Naruto educó su expresión en una mirada neutral en blanco, negándose a dar su nombre a la serpiente sannin. El enemigo-nin chasqueó la lengua por lo bajo, mirándolo con ojos conocedores. “Veamos… Ojos azules, cabello rubio, marcas de bigotes… Ah, el hijo de Namikaze Minato y Uzumaki Kushina.” Habló con una sonrisa satisfecha.

El silencio ensordecedor descendió sobre el claro.

"Namikaze... ¿no es eso... el Yondaime Hokage?" Haruno habló con los ojos muy abiertos.

"¿Qué?" Uchiha siseó alarmado.

Orochimaru inclinó su cabeza hacia un lado con curiosidad. "No pareces muy sorprendido, Uzumaki Naruto. Ah, tal vez lo sabías. Ya veo, estás muy bien informado. Por cierto, ¿cómo está tu querido padrino? Déjame adivinar, está ausente". El ninja soltó una risa baja y sibilante.

Los ojos de Naruto se abrieron ante la información. ¿Padrino?

"Ah, ¿no lo sabías? Bueno, déjame decirte por el costo del pergamino que tan amablemente me diste. Tu padrino es el Toad Sannin, Jiraiya. Verás, tu padre, el precioso Yondaime, le dijo a su sensei - Jiraiya - para cuidarte en caso de que le pasara algo. Me pregunto... ¿Te cuidó? A juzgar por tu expresión facial, no lo hizo. Tiene una tendencia a abandonar a quienes lo rodean". Orochimaru soltó una risa divertida mientras miraba al genin rubio.