capitulo 29

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La llamada de Uzushio

Resumen: Neji entra en Remolino. Karin y Sasuke entrenan en jutsu médico. Sakura entrena. Pasan tres años. Uzushio llama a sus hijos a casa.




 

El genin se movió rápidamente por el paisaje, empujando contra sus heridas. Siguió al cuervo, ojos pálidos curiosos y anticipatorios. Un nerviosismo latía a través de él y siguió adelante - la esperanza se consolidó en su pecho.

Hyuga Neji arrugó la nariz ante el olor salado en el aire y atravesó las rocas mirando las aguas, extendiéndose hasta donde alcanzaba la vista. Observó los remolinos, grandes y peligrosos, y caminó por la arena con curiosidad. Observó las rocas detrás de él, moviéndose a través de ellas con cuidado.

No había entrada, ni señal de vivienda, todo era rocas y arena.

Su corazón se desplomó - ¿Había sido engañado? - Había estado tan desesperado, tan esperanzado, cuando le llegó el pedido que lo arriesgó todo. Se reprendió a sí mismo en silencio: era un shinobi experimentado, el mejor de su año y, sin embargo, tan fácil de engañar. Neji se sentó cansado. Ya no le importaba: se había ido, fingió su propia muerte y el sello en su cabeza era una bomba de relojería. 

Era solo cuestión de tiempo antes de que Hiashi-sama cancelara la búsqueda y activara el sello, quemando su cerebro para siempre. Se preguntó si una vida como en estado vegetativo sería mejor que su vida actual como sirviente de la primera rama. Cerró los ojos con cansancio, escuchando las olas.

Fue pacífico.

Escuchó el crujido de pasos en la arena, deliberado y ruidoso. Sus ojos se abrieron de golpe y sacó una hoja cuando la sombra se estiró, acercándose a él. Era el comerciante anodino disfrazado. Él le sonrió, todo dientes afilados. Neji se puso de pie rápidamente, mirándolo con recelo. 

El hombre levantó una mano y la convocatoria del cuervo aterrizó en la punta de sus dedos. 

“Veo que has hecho tu elección,” dijo arrastrando las palabras, su voz sonaba mucho más joven de lo que esperaba. 

Su rostro era el de un hombre de mediana edad, bajo y fornido. El hombre sonrió y su disfraz se deslizó fuera de él. 

Una figura alta y delgada con cabello oscuro rizado y tez pálida se adelantó. El cuervo graznó en señal de ofensa y le mordió los dedos. El hombre se rió, los labios se estiraron en una sonrisa mientras calmaba su llamada. Se volvió hacia él con un ojo oscuro -el otro tapado por un parche- y le ofreció una mano callosa.

Neji miró con cautela.

El hombre resopló - No podía tener más de veinte - Abrió los brazos. 

"Bienvenido a Whirlpool Hyuga Neji".

Neji frunció el ceño.

Los monstruos se hacen (No nacen)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora