15. Esto aún no termina Tu

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Un mes había pasado desde el atentado y Dew se mantuvo yendo de aquí para allá durante este tiempo, necesitaba mantenerse al tanto de los movimientos de la reina aunque siempre evitaba ser visto. El guardia regresó antes del amanecer y el llanto del pequeño Khaotung lo alertó y de inmediato lo fue a ver.

- ¿Qué tienes enano? – el pequeño no paraba de llorar - ¿tienes hambre?

Dew fue hasta la cocina y como le había enseñado su madre preparó la teta artificial como le llamaba, esperó que la temperatura fuera la adecuado y regresó a la habitación.

-Ven aquí – con cuidado tomó al pequeño y lo comenzó a alimentar.

- ¿Qué haces?

- ¿No estás viendo? Le doy de comer al enano.

-Quién te viera y quién te vio Dew, tú siendo amable con alguien es difícil de creer.

-Le hice una promesa a ese pequeño y la voy a cumplir, aparte él fue el único que siempre creyó en mí sin conocerme y fue quien se preocupó cuando nadie más lo hizo, ni siquiera tú.

-No te hagas la víctima conmigo Dew, ambos sabemos cómo eres en realidad, y si ese pobre chico no se dio cuenta es porque lo supiste engañar fácilmente.

-Jamás lo engañe, y estoy completamente seguro de que él sabía quién era yo realmente, y si no tienes nada bueno que decir es mejor que salgas – la mujer salió y Dew terminó de alimentar al pequeño bebé.

Los suaves balbuceos del pequeño hicieron sonreír a Dew, jamás había cargado un bebé y era un poco extraño para él.

- ¿Por qué me miras así? No lo hagas, es molesto – el pequeño sonrió y se aferró a su enorme dedo – deja de hacer eso enano, tú sigues sin agradarme.

Dew solo lo decía sin sentirlo realmente, durante ese mes se había encariñado con el pequeño de ojos almendrados.

-Eres igual a tu papi, ¿lo sabías? Él era muy bonito, un tanto hablador y desesperante pero lindo a fin de cuentas, él no merecía nada de lo que le pasó pero te prometo que haré que todos paguen por lo que le hicieron, ¿confías en mí Khaotung? – y como si el pequeño comprendiera lo que Dew decía apretó un poco más su dedo y sonrió – creo que eso es un sí, juro que no te fallare.

Dew se pasó la tarde junto al pequeño hasta que por fin se durmió, y cuando lo dejó seguro se fue en busca de su madre.

-Necesito hablar contigo, siéntate.

- ¿Qué quieres?

-Voy a salir y no sé si regrese, pero si dentro de tres días no he vuelto o no sabes nada de mí busca a Gun, él es el secretario del rey, debes darle esto.

- ¿Qué es? – Dew alejó el sobre

-No preguntes tanto y haz lo que te digo, solo él puede leer esta carta ya que él sabrá qué hacer con esta información.

- ¿Qué está pasando Dew?

-Ya te lo dije madre, es mejor que no preguntes y mientras menos sepas mejor será para ti – Dew comenzó a preparar sus cosas para salir.

- ¿A dónde vas?

-A terminar de una buena vez con todo esto, cuida bien del niño y cuando veas que ya todo es seguro llévalo junto al rey, es su hijo y debe estar con él – Dew se acercó a su madre y después de muchos años se atrevió a dejar un beso sobre su frente – tú también cuídate mucho mamá, espero que algún día puedas perdonar todos mis errores y mis malas decisiones, toma esto, sé que te será útil en algún momento – Dew dejó la bolsa con monedas en las manos de su madre y se fue.

The King's Consort - BrightWinWhere stories live. Discover now