Los días pasaban, se convertían en semanas y sin darse cuenta Jennie ya había estado más de un mes en la casa de los Manobal.
Las flores y colores abundaban en la casa, con una Jennie comprándolas en puestos y poniéndolas en lindos jarrones de cristal.
Como todas las mañanas, Jennie despertó a sus pequeños alfas con su suave voz y su desayuno casi listo.
—Yoon, es hora de despertar, cariño.
—Jen, no me siento bien. —Yoon susurró y la omega le vio curiosa.
Toco la frente de la alfa y la sintió ardiendo, tenía la nariz congestionada y su voz sonaba rota.
—Por las lunas de saturno, tienes un resfriado, cariño.
Jennie acarició el cabello de Yoon quien ronroneó por la acción.
Jennie rio.
—No te preocupes, descansa, llamaré a la escuela para justificar tu falta.
La alfa sonrió y se acurrucó en su almohada.
—Gracias, Jennie.
Después de eso, Jennie salió de la habitación y preparó a los niños.
Tendría que ir a la escuela de Yoon para justificar la falta, y poder recoger los libros que necesitaría después.
—Jennie, ¿dónde está Yoon? —Lisa se veía de mal humor y cansada, Jennie solamente le extendió una taza de café y la mayor sonrió un poco.
—Tiene un resfriado, iré a su escuela para poder justificar su falta y recoger sus libros.
—Iré contigo.
—N-no es necesario. —La omega siendo tímida es una de las cosas favoritas de Lisa en el mundo.
—No tengo problema con esto, solo tengo una junta hasta las 11am, andando. Sin más Jennie tomó a Chaewon en sus brazos y Yeonjun tomó la mano de su mamá.
Para Lisa, Jennie lucia especialmente adorable el día de hoy, con unos skinny jeans negros y un suéter blanco, este era esponjoso y suave, esto hizo que Chaewon luchara con su vida para no despegarse de la omega cuando subieron al auto, pero esta se rehusaba a correr el riesgo de tener a la bebé en sus brazos y que ocurriera un accidente.
Al llegar a la escuela, Jennie dejó a Yeonjun en la entrada del área de primaria donde esté estudiaba y Lisa se acercó a Jennie con Chaewon en sus manos.
—Ten un día excelente, Yeonjun.
—Gracias, JenJen.
Jennie le dio un beso esquimal y el cachorro rio para después salir corriendo y entrar a la escuela.
—¿JenJen?
Lisa rio por el apodo tierno.
—Es algo entre Yeonjun y yo, no lo entendería, señora Manobal.
Lisa rio.
—Jennie, puedes llamarme Lisa.
—No puedo, tengo que respetar a mis mayores. —Le dio una sonrisa burlona a Lisa quien fingió indignación.
Entraban al área de preparatoria, llena de adolescentes hormonales, alfas que no sabían cómo controlar su enojo y fuerza, y omegas asustados sin poder controlar su aroma, los betas simplemente trataban de disfrutar su preparatoria con seres 100 veces más disfuncionales que ellos.
—¡Disculpa, solamente tengo 35 años!
—Exacto, cuando tú te graduaste de la preparatoria, yo apenas aprendía a deletrear mi nombre. —Jennie rio.
—Oh vamos, aun así, no es tan amplía nuestra diferencia de edad, te aseguro que tu adolescencia fue muy parecida a la mía.
—No lo creo, la mía tenía internet, y la tuya el inicio de las computadoras apple. —Rio Jennie.
—Te aseguro que tú adolescencia fue 100 veces mejor entonces.
—¿Por qué asumes eso? —preguntó curiosa Jennie.
—Eres una omega hermosa, eres amable y cordial, lo más seguro es que todos los alfas luchaban por tu amor o una cita contigo.
Jennie se sonrojó por el comentario, y la alfa de Lisa quiso gruñir ante tal comentario.
—No exactamente, vivía en la parte "fea" —Hizo comillas. —De Doncaster, por lo cual no tenía tiempo para interesarme en alfas entre mis trabajos, además de que los alfas solo me veían como una omega pobre. —Jennie susurró.
—Yo creo que eres más que eso, Jennie.
Llegaron frente a la oficina del director y Lisa se detuvo viendo a los ojos de Jennie. Se perdieron unos segundos en la mirada de la otra hasta que Lisa empujó la puerta de la oficina.
La secretaria les sonrió con amabilidad.
—Buenos días, les puedo ofrecer algo.
—La alumna Yoon Manobal no asistirá a clases hoy y posiblemente mañana, tiene un resfriado, soy su niñera. —Jennie habló amable y mantenía a Chaewon en sus brazos.
La omega le sonrió amable y le entregó el horario de la alfa, antes de salir de la oficina un alfa alto y de cabello castaño rojizo se detuvo frente a Jennie bloqueando el paso de la omega.
—Jennie, ¡Soy yo, Oh Sehun! —Se acercó a abrazarla cuando escuchó un gruñido bajo de la bebé en sus brazos.
—Es un poco celosa. —Rio Jennie.
—¿Qué haces por aquí, caramelo? —Jennie se sonrojó por el viejo apodo.
—Ya sabes, cosas de la vida de niñera. —Le hizo una señal con la cabeza a la pequeña Chaewon en sus brazos. —Ella es Chaewon, y ella es Lisa, la mamá de estos lindos cachorros. —Lisa veía un poco molesta a Sehun por el apodo cariñoso con el que llamó a Jennie.
Posiblemente su alfa solo reaccionaba a proteger a la linda omega, no por algo más.
—Entonces estás soltera. —Sonrió Sehun con una sonrisa coqueta.
—S-sí. —Rio Jennie nerviosa.
—Nos vemos luego, Jennie. —Le guiño un ojo a Jennie y la dejó pasar.
Lisa avanzó rápido con el nudo en su garganta y una Jennie distraída detrás de ella.
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