Capítulo 10

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Lisa podía ser una alfa que era respetada y temida en su trabajo por la forma tan imponente en que llegó a su puesto, siendo inteligente e ingeniosa al saber cómo maniobrar a los accionistas, sus estrategias y la forma en que controlaba a sus empleados -siendo amable y atenta al mismo tiempo que era imponente y firme-, era una alfa hecha y derecha, formada por su padre que estaba obsesionado con la idea de una Lisa fuerte y calculadora que pudiese tener una familia que continuará con el legado Manobal.

A pesar de ser todo eso, Lisa era una especie de alfa empalagosa, le gustaba mimar a sus cachorros, hornear y hacer reír a sus amigos más cercanos con sus chiste absurdos y juegos de palabras ilógicos.

Muy en el fondo soñaba con encontrar al omega perfecto con el cual casarse, marcarlo y mimarlo todos los días, pero sabía que eso era imposible debido a su timidez para hablar con omegas atractivos o por el simple hecho de que ningún omega se emparejaría con una alfa con cachorros.

A pesar de saber que su misión de encontrar a la pareja perfecta ya había parado al conocer a Jennie, pero se cruzó otro impedimento.

Jennie era su empleada, y no sabía cómo hablar de su enamoramiento con ella sin ser inoportuno, no quería que la omega se ofendiera y decidiera irse cuando sus cachorros la adoran, no soportaría ver a sus cachorros sentirse abandonados.

Sumándole su timidez, el hecho de que Jennie era su empleada y miedo a ser rechazada es que la omega ya estaba en una relación.

Ese doctor moreno de ojos azules y barba perfectamente cuidada logro que la omega aceptara ser su pareja.

La alfa de Lisa gruñó y aulló triste al ver a la omega llegar con una cadena de oro delgada colgando en su delicado cuello, y un ramo de rosas juntas por un lazo negro. Jennie contó la historia emocionada, con sus mejillas sonrojadas y una brillante sonrisa en su rostro.

Yeonjun escuchaba la historia con un puchero en su rostro, Yoon estaba desconfiada del alfa nuevo de su mamá y Lisa... Lisa quería correr a su cuarto y llorar, especialmente porque ese brillo especial en la mirada de Jennie no se encontraba. Tal vez tenía una gran sonrisa en su rostro, pero faltaba ese lindo brillo en esos cafés.

Habían pasado unos meses y Jennie se veía triste a menudo. Llegaba a casa triste o avergonzada, evitaba conversar con Lisa quien siempre la esperaba, y al despertar al día siguiente se veía feliz solamente cuando estaba con los cachorros.

ㅡ¿Sucede algo, Jen?

Lisa llamó la atención de Jennie quien saltó en su lugar al ver la mano de la rubia acercarse a su hombro.

Gimoteó un poco en silencio.

ㅡN-no, y-yo solo estaba un poco distraída, el cumpleaños de Yeonjun es pronto, y su fiesta necesita muchas preparaciones, ya sabes. ㅡJennie rio nerviosa y Lisa la vio desconfiada.

El día de anterior Jennie había salido con Minho a una cita, y al regresar esta se veía un poco asustada, especialmente porque el olor de Minho estaba impregnándola, pero no escondía completamente el olor a miedo.

ㅡSabes que puedes hablar conmigo, para cualquier cosa que necesites, Jennie. ㅡEl tono serio en la voz de Lisa hizo a Jennie voltear a verla alarmada.

Ella se levantó nerviosa de mesa del desayuno donde estaban, tomó su taza de chocolate que estaba a la mitad y la colocó despacio en el espacio para lavar los platos.

ㅡT-todo está bien, señora Manobal. No hay nada de qué preocuparse, y-yo tengo que ir a ver a Chaewon, su siesta casi acaba.

Salió técnicamente corriendo de la cocina y subió con rapidez las escaleras. Jennie llegó rápido a su habitación y cerró la puerta con seguro, se recargó en la escalera y se dejó caer lentamente al suelo.

Yellow flowers and coffe cups | JenlisaWhere stories live. Discover now