⊱ chapter two ࿐

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│ ┆ ✐; disculpas denegadas

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│ ┆ ✐; disculpas denegadas.


     EMILIA OBSERVABA LA PALABRA "Seen" en los mensajes directos de Garnacho. La morocha le había enviado un par de mensajes, con el fin de disculparse y aclarar las cosas, pero el jugador del Manchester United decidió dejar en visto los mensajes e ir directamente a Twitter. 

     Con el único de fin de atacarlo, debido a que su orgullo había quedado herido. 

     La menor de los Dolce soltó una puteada y revoleó el celular hasta el asiento vacío de al lado, completamente frustrada. 

     ¿Tanto le costaba responder? ¿Siquiera con un "ok"?

     Nuevamente estaba regresando a Manchester. Las entrevistas habían acabado, y lo único que debía hacer era esperar a que llegase el día para estrenar su álbum. 

     Sin embargo, lo único en lo que podía pensar era en la terquedad de Alejandro Garnacho. Había cometido un error al oír lo que el conductor decía, se disculpó con él y Alejandro, en vez de aceptar las disculpas, decide hacer la situación más grande de lo que ya era. 

     —¿Necesita algo más? —inquirió la azafata, dejando la botella con agua, que había pedido anteriormente. 

     —No, estoy bien —respondió con una sonrisa, dirigiendo toda su atención a la mujer—. Muchas gracias. 

     Sentía el cuerpo increíblemente cansado e incomodo. Durante el último mes y medio, su manager la estuvo moviendo de un lado a otro (mayormente por Estados Unidos) para promocionar su siguiente álbum. 

     Dormir en camas que no eran la suya, tensaban todo su cuerpo y siempre tenía sueño. Obligaba a su cuerpo a dar el máximo, vaya a donde vaya; con el fin de no decepcionar a nadie, o para que no la llamasen floja. 

     Lo único que pensaba era que los quince minutos restantes del vuelo, pasaran rápidamente para llegar hasta su casa y dormir por unas cuantas horas. 

     Su plan original era dormir hasta la noche siguiente; pero anteriormente le había prometido a su mejor amiga, Sabrina, asistir a una fiesta que quedaba a unas cuantas cuadras de su casa.

     Debido al trabajo de la morena, solían verse muy pocas veces; y eso que Emilia no le gustaba salir de la comodidad de su casa.

     Emilia cerró los ojos, intentando relajar su cuerpo en estos últimos minutos en el avión, hasta que unos pequeños golpecitos (casi imperceptibles) hicieron contacto contra su cuerpo.

bejeweled; alejandro garnacho ⁴Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon