⊱ chapter seventeen ࿐

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│ ┆ ✐; farsa.


     EMILIA SE ENCONTRABA SENTADA A UN LADO DE ALEJANDRO, viendo como la representante de la chica daba ordenes a diestra y siniestra. Movían las cosas de lugar, luego otra vez porque no le gustaba el nuevo sitio, para nuevamente dejarlo en su lugar de origen. 

     —¿No tienen ganas de comprar un nuevo departamento ya que están? —ironizó Emi, sin dejar de ver como daban vuelta su departamento. 

     —Deberías hacerlo, cariño —exclamó la mujer, indicando que abran las cortinas—. Este es muy... simple. 

     —Me gusta mi departamento, gracias —respondió mordaz. Estaba increíblemente molesta y cansada de aquellas personas tocando y moviendo sus cosas sin permiso. 

     Un hombre pasó a un lado de Ale, cargando una lámpara pequeña de la sala. El jugador del United le arrebató la lámpara en el instante que pasó a su lado. 

     El chico le tendió la lámpara a la cantante, con una expresión de cansancio. Emilia lo miró confundida, pero aún así la tomó y la abrazó para que nadie se la llevase. 

     —Gracias —respondió—. ¿Es realmente necesario hacer todo esto para unas simples fotos? —preguntó, dirigiéndose a su representante. 

     Esta era la situación, creían —más bien Stella— que sería una buena idea crear fotos "viejas" y nuevas para publicar en sus redes sociales.

     La molesta situación radicaba en el escenario, donde se harían las fotos. Stella creyó que la mejor idea sería hacerlo en la casa de la cantante. 

     Los fans conocían su departamento, gracias a los vídeos de Emilia y una entrevista con Vogue. Por lo que sería fácil que dedujeran que las fotos eran desde el departamento. 

     Sin embargo, tan pronto como la británica entró, comenzó a mover todo de lugar. 

     —¿Habla español? —susurró Garnacho, viendo de reojo como la mujer se alejaba a la cocina. 

     —¿Stella? —Alejandro asintió—. Naaa. Como mucho te entiende el cómo estás

     —Genial —miró a la mujer por última vez y volvió la mirada a la morocha a su lado—. Es re pesada, ¿cómo la soportas? —habló con voz normal.

     Emi rio y negó con la cabeza: —Llega un punto en que bloqueo mi cerebro y solo le digo que sí a lo que sea que esté diciendo. Puede llegar a agotarte en menos de una hora.

     —Que paciencia que tienes.

     —Y si estoy pasando más tiempo con vos, ¿qué pensabas?

bejeweled; alejandro garnacho ⁴Where stories live. Discover now