Arcadis: El juego ©

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Dedicado a MikefanChoco4 :)

«El peso de la realidad»

Astra

El segundo día de juegos estuvo... entretenido.

Fue tan diferente presenciarlos como espectador y no como participante dentro de la arena. Se enfrentaron los equipos tres y cuatro, y ganó el tres. No había compartido tanto con ellos, así que mi emoción fue neutral.

Durante la tarde, tuve una corta visita con el doctor para hacerle seguimiento a mis heridas. No sabía qué tipo de medicina me daban, pero me sorprendía lo rápido que hacía efecto. Cayla y yo volvimos a hablarnos como si no hubiéramos discutido, y Cassian pasó todo el día pensativo. Supuse que lo había abrumado cuando me recosté de su hombro y luego no supe decir si éramos amigos o algo más. Quizás él no quería que tuviéramos nada y prefería tomar distancia.

El tercer día de Guerra de Campeones llegó, y era evidente a cuál equipo apoyaría.

Se enfrentaría el equipo de Graham contra el de Zaid, y no solo quería que ganara mi amigo, sino que necesitaba que humillaran a Graham. Zaid no era tan habilidoso, pero todos en Arcadis lográbamos sorprender de una forma u otra. Tal vez Zaid había desarrollado habilidades secretas que nos dejarían a todos con la boca abierta.

O simplemente destacarían sus compañeras y él ganaría gracias a ellas.

Esperé con Cassian y Cayla en la sala común de participantes, y poco antes de que nos trasladaran a todos a la arena, llegó el equipo de Zaid. El pobre estaba más pálido que leche de cereal.

—Parece que vas a vomitar —le dije cuando estuve a su lado.

Ni siquiera me había visto, así que se asustó cuando me escuchó. El traje de su equipo era negro con detalles de color fucsia, era bastante llamativo y a los tres les quedaba bien.

Zaid me tomó del brazo y me alejó de todos.

—¿Crees que puedo pedir que me manden a casa? —preguntó, con expresión aterrada.

—Supongo que te puedes rendir, pero ¿dónde dejas a tus compañeras? A lo mejor ellas también necesitan el dinero. Además, tienes que pagarle a Kaeya por desaparecerte sin avisarle. No creo que lo haya olvidado.

—A estas alturas ya estoy despedido.

—Con más razón, si ganas hoy estarás más cerca del premio.

Suspiró y se recostó de la pared.

—Estoy teniendo una grave crisis de autoestima —admitió—. ¿Cómo lidiaste con tus nervios antes del juego?

Besando a Cassian, pensé.

—Solo relájate, ¿de acuerdo? Pudiste con Supervivencia que era mucho más difícil porque nos tocó empezar solos. Aquí tienes un equipo y estarás siempre comunicándote con ellas.

—Tienes razón. —Asintió y recorrió el lugar con la mirada antes de volver a mí—. Por cierto, yo sabía que serías buena en esto, pero saliste más inteligente de lo que pensaba, estrellita.

—¿A qué te refieres?

—Conquistar al hijo de Wex Riker... Una jugada maestra.

Quise matarlo. ¿Decir eso en una sala común sabiendo que quizás podrían pasarlo en televisión?

—No conquisté a Cassian —solté de inmediato.

—Pues no deja de mirarte, así que es eso o brujería. Además, todos hemos visto los episodios, es más que evidente.