ILEGAL / F1. MOTOGP

37.

Sofia Pov's.

Arthur se encontraba conmigo, tomamos mi auto y nos habíamos ido de su casa.

-¿Segura que estas bien? – Me pregunto mientras conducía por las calles de Mónaco.

- Si, no me sorprende viniendo de él...- Aunque de cierta manera tenia razón, algo dentro de mí, siempre quería pensar distinto de Pierre.

- Es que yo no lo entiendo... él gusta de ti, y yo creo que tú lo sabes, pero nadie trata así a la persona que quiere – Empezó a explicarme el pequeño Leclerc.

- Lo sé Arthur, solo dejemos el tema...- Le dije ya cansada, y haciéndolo notar con un suspiro.

- ¿A dónde vamos?

- A un mirador que encontré un día – Me dirigí a la autopista principal. Iba manejando tranquilamente, hasta que un coche llamo mi atención.

Mire por el retrovisor, ya que este se encontraba tras nuestro. Baje la velocidad para darme cuenta si en verdad nos estaba siguiendo, y lo note porque también bajo el ritmo.

-Apreta tus cinturones – Le indique al rubio. Este me miro extrañado, pero aun así lo hizo.

- ¿Qué pasa?

- Nos están siguiendo – Y volví a mirar por el retrovisor, Arthur por su parte miro por el espejo de su lado.

Note como se tensaba, no quería ponerle nervioso, pero hasta yo tenia los nervios de punta. De a poco comencé a aumentar la velocidad, algo que sabia era escapar en coche. De testigo están los policías.

-Ten cuidado por favor – Fue lo único que termine de escuchar del pequeño.

- Tranquilo, estaremos bien... conmigo lo estarás – Me regalo una pequeña sonrisa, que le devolví.

Entonces aprete el acelerador, haciendo que nuestros cuerpos se quedaran pegados a los asientos. El coche nos siguió, y acelero al igual que yo. Mire un microsegundo por el retrovisor nuevamente, cuando otro coche apareció frente nuestro.

-Cuidado Sofia! – Me llamo la atención Arthur.

Rápidamente lo esquive, y quien nos seguía igualmente. Seguí conduciendo, no se cuanto más, solamente iba concentrada en perderlo.

Pero entonces me percate de algo, ese tipo de conducción lo conocía. No podía ser cierto, no podía ser verdad. Vi un pequeño espacio a un lado de la carretera, que estaba como un peladero. Giré el coche rápidamente, para que este girara en sí, y me detuve.

-¿Qué haces Sofia? ¿Qué mierda? – El rubio estaba a punto de colapsar.

- Quédate aquí – Me saque los cinturones de seguridad. Su mano me atrapo antes de bajarme del coche.

- Ni se te ocurra bajarte...

- Arthur, solo quédate aquí, por favor – Le roge con la mirada.

- No quiero que te vaya a pasar algo – Y sus ojos comenzaron a aguarse, retorciendo mi corazón.

- Estaré bien, corazón – Le regale una pequeña sonrisa, y el asintió para nada convencido.

Entonces tome todas las fuerzas que tenía, y me baje de mi coche, llena de adrenalina pura. El coche que nos seguía giro, quedando justamente la ventana del piloto hacia a mí. Estaba llena de valor y coraje para ese momento. Solo necesitaba comprobar toda la mierda.

Se bajo la ventanilla, y ni me sorprendí.

-Sofia mía – Su sonrisa amplia, me dieron ganas de pegarle un puñetazo. Pero no seria nada inteligente de mi parte.