Espontáneo

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 Izuku seguía recostado sobre su nuevo amante

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Izuku seguía recostado sobre su nuevo amante. Ambos estaban en silencio. El chico de pecas inhaló el aroma del pecho de Katsuki por la mañana, su cuerpo irradiaba calidez, sus hombros anchos eran del tamaño perfecto para que Izuku se acostará sobre él sin salirse por los lados como una pieza de domino encima de otra. Recargado en sus atractivos pectorales prominentes y duros. Izuku cerró los ojos por un momento. "Quiero quererlo" fue lo que pensó al escuchar los latidos del corazón del rubio. Deseo imaginar cómo sería pasar el tiempo juntos, ya que Katsuki siempre lo apartaba como amo, ahora, tenía que ser distinto. 

Sin embargo, un mal recuerdo lo fulminó y  amargó la dulzura del momento. 

—Quiero regalartelo. —Le sorprendió una voz suave y elegante tras su espalda. 

Izuku estaba inclinado hacia un conjunto de flores de lis color azul a orillas del sendero de un gran jardín. Todoroki le tomó la muñeca y lo giró hacia su dirección con delicadeza. 

—Ayer fue nuestra primera noche juntos y sé que sangraste. Yo robe tu virginidad y quiero compensarte… 

El chico alto y de cabello rojo y blanco le colocó en la palma un anillo. Era un anillo de plata con una esmeralda incrustada. Izuku parpadeó jamás había visto algo tan bonito y caro en su mano. 

—¡Ah! ¡No, no tienes que disculparte! —Izuku interrumpió nervioso apartando el anillo con el sentimiento de un burgués de que si recibía un regalo tan caro jamás terminaría de pagarlo. 

—Midoriya no te lo voy a cobrar —Todoroki sonrió por su comportamiento. Le agarró la mano e introdujo el anillo en su dedo anular. 

Izuku se maravilló de sus manos amables tocándole. Todoroki era elegante, con una conducta apacible, con una voz susurrante y melodiosa. Había tantas virtudes buenas en Todoroki que estar a su lado era su lugar favorito. Lo amaba a pesar que el día anterior había sido todo un macho y se la había metido sin preocuparse por su estado en la cama. 

—Me gustó como anoche me hiciste sentir —dijo ciegamente enamorado mientras el dolor que el cuerpo de Todoroki había dejado al forzar su entrada punzaba su interior. —El dolor me hace recordarte. —comentó aceptando como verdad que el amor tenía que doler. 

Izuku aceptó el regalo como si fuera un anillo de compromiso. Saltó de alegría al sentir que la noche anterior no era "un acoston por curiosidad", que sus sentimientos eran iguales. 

—¡Tú eres mi primer hombre y el último! ¡Te amo, Todoroki! —dijo con las mejillas sonrojadas luego miró a ambos lados del jardín para asegurarse que no había nadie alrededor. Entonces se puso de puntillas y lo besó manteniendo una sonrisa. 

Su corazón latió enérgico. Izuku era espontáneo y tenía tanta vida que no le importaba soportar el dolor en la intimidad siempre y cuando Todoroki lo amará por siempre, sin embargo, en ese momento Todoroki sólo lo miró sin expresión alguna y no le respondió: "Yo también te amo, Midoriya". 

ᴜᴠᴀs ᴀɢʀɪᴀsWhere stories live. Discover now