| Una sociedad dividida entre la Superficie y el Subterráneo. Cuando Leo no cumple con el propósito que la Superficie tenía pensado para él, es enviado al Subterráneo, donde conoce a Ruga, un chico que nunca ha visto el cielo. |
En 2023 he decidido...
Idea propuesta: Leo está cocinando algo dulce que se tomarán después y Ruga está sentado en la encimera mirando y canturreando como de costumbre (a su lado). Cuando Leo termina el postre (?) y lo mete a la nevera, se pone a recoger, y como está un poco empanado escuchando a Ruga cantar se corta con un cuchillo un poco. Ruga lo atrae hacia él y le cura con servilletas y el agua de la fregadera. Luego le empieza a dar besitos en el dedo, hasta que se lo mete a la boca, lo chupa y bromea, y ahí ya Leo se pone muy rojo, y bueno, te dejo a ti lo que quieras hacer con ellos jajaja. Desde luego Ruga tiene ganas de jugar un poco antes de comerse lo que Leo ha dejado en la nevera enfriándose.
IMPORTANTE -> Contiene escenas sexuales
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Sobre la autora:
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Laura nació en Garrovillas de Alconétar en 1998. Graduada en Bioquímica, compagina su vida profesional con dos pasiones: la escritura y su gato Yuki.Comenzó a escribir en Wattpad bajo el seudónimo de LauraDiction, donde tiene publicado un fanfic llamado Gran Prix Mágico que cuenta con más de un millón y medio de palabras. Aunque de momento solo haya publicado relatos repartidos en nueve antologías, le fascina escribir novelas que pasan por cualquier género.
Twitter: @lauramarthin
Instagram: @lauramhwriter
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R E L A T O
La sencillez de lo perfecto
Hay días en los que la rutina está conformada por placeres sencillos, aquellas actividades más simples que, sin embargo, son las que más felicidad provocan. Para Leo, cocinar es una de esas tareas metódicas que le ayudan a despejarse, a pensar en todo y a la vez en nada. Le gusta experimentar en la cocina porque también excita su mente, le ayuda a exprimir esa creatividad que a veces cree muerta y le encanta esa euforia cuando el plato sale perfecto.
Hoy es el turno de un postre que probó en la Superficie y que ahora intenta recrear de memoria. Las encimeras están abarrotadas de cacharros y mezclas frustradas que no se ajustaban a lo que él buscaba. No importa; se recuerda que todo ese trabajo era necesario para llegar a la perfección.
Sonríe, más que satisfecho, tras probar el resultado final. Guarda el postre en la nevera para dejarlo enfriar, deseando, sobre todo, que Ruga lo pruebe. Porque él, desde luego, también ha formado parte de ese momento. Entró en la cocina hace unos minutos, echó un rápido vistazo a lo que Leo se traía entre manos y decidió que merecía la pena esperar. Se sentó en el único hueco de la encimera que no estaba atiborrado de boles y cucharones y se puso a canturrear en un murmullo casi arrullador, sumido en sus propios pensamientos, interrumpiéndose solo para catar las masas que Leo preparaba.
