Mi Pino [Billdip]

Capítulo III - Ruptura (Mucho drama)

Me desperté temprano, a las siete de la mañana.

Me levanté y fui a darme una ducha.

Preparé mi desayuno y me preparé para salir al bosque, pero en eso oí la voz de mi tío Stan.

- HEY HEY HEY ¿A dónde crees que vas? - me dijo con tono enfadado.

- Ejem... ¿Al bosque? - dijo Dipper, algo confundido.

- No, no, no, no,  tú te quedas a en la cabaña, a trabajar - ordenó Stan.

- Pero tío Stan, tú dijiste que hoy tenía día libre, y Mabel también - protestó Dipper. En respuesta, obtuvo una gran bofetada.

- ¡Eso era antes de saber que eras un malnacido y abusivo! - gritó Stanley - Hoy no irás a ninguna parte. Ahora ve al mostrador.

Dipper sólo le miró resentido y se fue a donde le dijo su tío.

Se colocó tras la caja registradora y esperó a la hora de abrir.

Unos diez minutos antes, Gideon entró  en el establecimiento.

- ¡Hola Dipper! - dijo alegremente.

- Hola Gid - contestó el castaño con una sonrisa. Él no le había hecho nada así que Gideon no sufriría su enfado.

- Bueno, será mejor que empiece a revisar - suspiró Gideon.

- ¿Revisar? - preguntó Dipper.

- Mi trabajo es revisar que hay de todo al principio del día y reponer todo lo que hayan comprado los clientes - explicó el peliblanco.

- Ohhhhh, ¿Y qué haces el resto del día?

- Nada, estar por ahí, hablar con clientes - dijo Gideon.

- Buf, al menos tendré alguien con quien hablar - suspiró Dipper, cuando de repente Gideon cayó al suelo por un peso en su espalda.

- Hola Gideon - dijo la voz de Mabel, con esa voz de cuando quiere estar en modo puta con alguien.

- Oh, hola Mabel - murmuró Gideon - ¿Puedes quitarte de encima? Pesas mucho.

- Si claro... - la castaña se quitó de la espalda del peliblanco y cuando este se levantó le puso los brazos alrededor del cuello.

- Bueno dime... ¿Tienes novia? - preguntó Mabel.

- Ejem... No, y tampoco quiero una - respondió Gideon incómodo.

De pronto, Damián y Thiago entraron por la puerta.

- ¡Dipp! - Thiago fue directo a saludar a su amigo.

- ¡Thiago! - Dipper le chocó el puño.

- Hola preciosa - le dijo Damián a Mabel, con un tono seductor algo forzado.

- Hola hermoso - le respondió la castaña.

- Espera, ¿Sois novios? - preguntó Gideon extrañado.

- Sí, ¿Por qué? - respondió Damián.

- Tío, para que lo sepas, tu novia me estaba tirando los tejos - le advirtió el chico - Creo que te es infiel.

- ¿Mabel? ¿Es eso cierto? - le preguntó el novio de Mabel a la chica, enfadado - ¿Le has tirado los tejos a ese chico?

- Por supuesto que no, no sé cómo le crees - Mabel estaba a punto de sacar sus lágrimas de cocodrilo.

Dipper estaba a punto de defender a Gideon, pero estaba discutiendo con Damián, y Damián le daba miedo.