Mi Pino [Billdip]

[2° Temp] Capítulo III - Dimensión H-2485

[Canción de arriba para que el cap tenga algo de ambientación]

Los cinco humanos, nada más saltar al portal sintieron como si cayeran en un lago.

Tal vez porque cayeron en un lago.

Salieron a la superficie y nadaron para llegar a tierra firme.

Notaron como allí hacía más frío de lo que se imaginaban, y el agua helada no ayudaba precisamente.

- Buf, hace demasiado frío aquí - se quejó Tyrone.

- Concuerdo. Será mejor que vayamos a esa mansión tan spooky - propuso el mayor.

Los humanos encontraron cerca de allí unas tablas de madera muy anchas y se subieron en ellas para pasar el río usando palos como remos.

Llegaron a la orilla del extraño castillo y desembarcaron.

Les sorprendió que no hubiera ningún tipo de seguridad en la puerta, ni cierre ni nada.

Abrir la entrada fue fácil, lo difícil fue sacar a Marco de la trampa al entrar. No pasó un instante entre que el chico moreno puso un pie en el suelo dentro de la casa y una red lo suspendió en el aire.

Cuando recién terminaban de bajarle de ahí, una voz resonó por la estancia.

- ¿Quién ha entrado en mi casa?

Con una sola mirada, los cinco chicos castaños corrieron todos hacia una habitación vacía, mientras escuchaban unos pasos.

- Sal... No te escondas, sabandija... - murmuró la voz, que era totalmente inhumana.

Dipper les tocó el brazo a sus amigos y señaló el techo, que tenía un hueco por el que podían huir.

Con cuidado de no hacer ruido, los castaños subieron al primer piso.

Escuchando los pasos desde la planta baja, silenciosamente caminaron en dirección contraria.

Se encontraron con unas escaleras en el momento en el que unos pasos crujían en la madera, señalando que el inquilino original de la casa estaba yendo hacia ellos.

- No os tratéis de esconder... - dijo la voz.

- Corred -murmuró Marco, y todos subieron las escaleras lo más rápida y silenciosamente posible.

Segundo piso. No se detuvieron a admirar la belleza del lugar, solo trataron de llegar al último piso.

Pero de pronto...

- Bu - la voz estaba justo detrás de ellos y tenía un tono victorioso.

Los cinco chicos humanos corrieron al último piso, pudieron notar al extraño ser, “Pray”, tras ellos.

El tercer piso parecía infinito. Pasaron por una docena de habitaciones raras y cuartos extraños, siempre corriendo con Pray tras ellos.

Finalmente, encontraron una amplia estancia donde había cinco gemas, de distintos colores. Una rojas, una azul, una amarilla, una morada y una negra puestas en una vitrina.

Bloquearon la puerta, rompieron el vidrio de la vitrina y cada uno agarró un amuleto.

- ¡¿Y AHORA COMO SALIMOS?! - gritó Tyrone.

- ¡POR LA VENTANA! - gritó Wirt. Al frente de ellos había una gran ventana que debían romper y saltar por ahí.

- ¡Nos mataremos! - replicó Dominic.

- ¡No con esto! - Marco sacó las tijeras interdimensionales, rompió el cristal de una patada y se lanzó. Cuando iba a llegar al suelo, abrió un portal, sin hacerse ningún daño.

Lo siguió Dominic, luego Tyrone, luego Wirt y por último Dipper.

Pero cuando Wirt estaba a punto de entrar en el portal y Dipper apenas empezaba a caer, se escuchó el ruido de una puerta rompiéndose y una cuerda negra agarró al castaño menor de la cintura, empujándolo de vuelta a la terrorífica casa.

Por el susto, el humano dejó caer el amuleto de Bill, que de milagro entró dentro del portal.

Cuando Wirt cayó en el suelo de la cocina de la pirámide, ante la atenta mirada de todos, el portal se cerró.

Hubo un segundo de silencio, y de pronto...

- ¿Dónde está mi Pino? - preguntó Bill con una voz fría.

- En la casa... El Pray ese o como se llame se lo llevó... - murmuró Wirt, antes de desmayarse.

Y entonces, caos. Bill salió de la cocina tras agarrar su amuleto, Phill y Will que sabían perfectamente lo que iba a hacer le siguieron para pararlo, gritándole que se detuviera, Beast con cuidado agarró a Wirt como princesa y se lo llevó, Dominic y Tyrone fueron a quién sabe donde y Tom y Marco se quedaron confundidos.

Cuando en la cocina solo quedaban esos dos últimos, el pelirrosa habló.

- Muchas gracias, Marquito - le agradeció luego le besó.

Volviendo con Bill, Will y Phill, el demonio rubio se había encerrado en su habitación mientras sus hermanos trataban de forzar la entrada.

Cuando finalmente pudieron romper la puerta y el hechizo para que no entraran, como una hora más tarde, se encontraron con Bill entrando a un vórtice negro.

Era normal que hubiera tardado una hora. Cuando un demonio recién recupera su amuleto, le es difícil ejecutar hechizos tochos, como portales a dimensiones importantes.

Phill y Will le siguieron corriendo.

Dominic, Tyrone, Beast, Marco, Tom y Wirt, al escuchar el estruendo, se acercaron a la puerta.

Sin dudarlo ni un momento, entraron también al portal, que se cerró tras ellos.

Era momento del rescate. Sin plan, sin ideas.

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Holaaaah! :)

Finalmente terminé las clases! Yay! Ahora podré dedicarme más tiempo a escribir, aunque no prometo que vayáis a tener capítulo diario, pero lo intentaré.

Espero que les guste como va la historia!

Los amo!

[Silawa09]