Mi Pino [Billdip]

Capítulo IX - El raromaggedon

La fisura se rompió.

El cielo se tiñó de rojo y todo se llenó de fuego, burbujas de locura y varios monstruos.

La pirámide de Bill se alzó en el cielo.

Este mismo demonio se autoproclamó rey de esa dimensión.

Las pesadillas se juntaron en el gran palacio de Cipher.

- Pesadillas, tengo un gran anuncio que hacer - dijo Bill - Tendréis una nueva reina del raromaggedon.

Las pesadillas se quedaron calladas un instante, para luego festejar como nunca lo habían hecho. Tener una reina era un gran honor, significaba que un demonio había encontrada a su alma gemela, ya que los demonios solo pueden amar a la persona con la que está destinada.

Muchos demonios mueren sin hallar a su pareja, por tanto encontrarla es un gran motivo de fiesta.

- ¿Y quién es, amo Bill? - preguntó una emocionada Pyronica.

- Buena pregunta, Pyronica. Amor, ven aquí para que las pesadillas sepan quién es su nueva reina - dijo Cipher dulcemente.

Dipper salió de forma tímida de detrás del trono. Bill, sin vergüenza alguna, le agarró de la cadera y le pegó a él.

- Larga vida a la reina - dijo.

- ¡LARGA VIDA A LA REINA! - gritaron las pesadillas.

Festejaron por todo el palacio, Dipper les cayó bien a las pesadillas, quienes lo consideraban como a un hermano (Obviamente Dipper era el menor).

Bill les hizo jurar a las pesadillas que protegerían a su Pino, y si algo le pasaba por culpa de ellos sufrirían un destino peor que la muerte.

Tras eso, dió la orden de buscar a todos los miembros de la ruleta.

De forma tímida, Dipper pidió que le llevarán a él a Pacífica y a Gideon, y que buscaran a un chico de cabello naranja y ojos grises que se llamaba Thiago.

Las pesadillas acataron la orden y salieron a por los miembros de la ruleta y a por el tal "Thiago"

Cuando volvieron, horas después, en una jaula estaba un chico de pelo naranja y ojos grises.

Con un chasquido de Bill, Thiago ya estaba fuera de la jaula.

El chico corrió a abrazar a Dipper y ver si estaba bien.

- ¡Dipper! No te he visto en días, no contestabas mis mensajes, ¿Estás bien verdad? ¿No te han hecho nada malo? - preguntó frenéticamente mientras comprobaba si el castaño tenía alguna herida.

- Estoy bien Thiago - rió Dipper.

- ¡No te rías! ¡Estaba preocupado! - gritó Thiago falsamente enfadado.

Empezaron ahí una pequeña pelea en frente de las pesadillas que no se sabe de dónde habían sacado palomitas, la pelea duró hasta que Thiago se cansó y Dipper le llevó (Con ayuda de Bill para no perderse) a la habitación de invitados.

Le dejaron descansado y la reina les dió permiso a las pesadillas para hacer otra fiesta.

Los enamorados se quedaron, Cipher hablando con Pyronica y jactándose con todos de cómo consiguió a su novio, abrazando en todo momento a Dipper.

Los días pasaron, luego semanas, todo estaba bien, no capturaron a ningún miembro de la ruleta pero Zanthar creía haber visto su escondite secreto.

Las pesadillas descubrieron que usar su forma humana les facilitaba mucho hacer cualquier cosa, al menos en la Tierra.