1. Logre Escapar

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Vagamente recuerdo lo que sucedió ese día, tenía nueve y estaba en las calles de New York con mi familia.

Entramos a una pastelería porque era mi cumpleaños y dijeron que podía escoger el pastel qué quisiera.

Fue un error ir a esa pastelería, fue un error pedir insistentemente un pastel.

Ese día a las once de la mañana hubo un ataque armado en esa pastelería, que maldita porquería, y me secuestraron.

No sé que sucedió con mis padres, solo sé que desperté en un lugar extraño.

Estaba en Italia.

Estaba aterrada, no sabía porque me habían secuestrado hasta que apareció el maldito de mis desgracias.

Antonio D'angelo, el jefe de la mafia Italiana.

Según él, tenía la necesidad de tener una hija e investigaba cada niña de cada país.

Mi desgracia fue que se obsesiono conmigo e innumerables veces mando a que me secuestraran, pero no se le hizo muy fácil porque en cada situación sucedía algo que hacía fracasar su plan.

Hasta ese día en mi cumpleaños.

Suplique, rogué qué me devolvieran a mis padres, pero solo me ganaba una cachetada de su parte.

Emily Miller murió y nació Antonella D'angelo.

Hasta quiso que nuestros nombres fueran iguales.

Me entreno como una guerrera, me hizo estudiar hasta más no poder y me enseñó modales.

Obviamente tuve que aprender italiano para entender a todos.

Le hice creer que lo quería como mi padre, pero tengo un plan para escapar.

Organizó una gran boda para mi con un hijo de uno de sus socios.

Podré ejecutar mi plan y volver a la vida a la que él me robo.

Mis damas me ayudan a terminar de arreglar el vestido blanco qué llevo, ni siquiera conozco a mi prometido.

Antonio me comprometió con él por sus malditas pelotas.

Antonio: Sembri una principessa —volteo a verlo.

Emily: Padre —se acerca y me da un beso en cada mejilla —. È grazie a te che sono così.

Antonio: lasciaci soli —les pide a mis damas.

Ellas salen de inmediato, miro a Antonio fingiendo una sonrisa.

Antonio: Este chico te cuidara como lo mereces, principessa —acaricia mi mejilla —. Dime en cualquier momento si te toca un solo cabello con mala intención.

Emily: Si, padre.

Antonio: Marcelo te llevará a la iglesia, nosotros te esperaremos ahí —asiento con la cabeza —. La cabeza siempre en alto, principessa.

Emily: Grazie di tutto padre —besa mi frente.

Él sale de la pequeña sala, suspiró frustrada.

Me acerco a la ventana, veo a todos irse hacia la iglesia y solo Marcelo, quien sabe mi plan y me ayudara, me espera.

En la mansión hay cámaras así que no puedo quitarme este vestido aquí.

Tomó el ramo y camino hacia afuera de la habitación, bajo las escaleras.

Este lugar fue un sitio de torturas aquí, cada vez que lo desobedecia me encerraba en un pequeño armario.

Por su culpa tengo claustrofobia y miedo a la oscuridad.

𝑈𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora