𝑈𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜

42. Un Mundo Más Grande

La pesadilla de noche fue hace un mes. Reparamos el muro, además de que expandimos más la comunidad.

Rick ahora es el líder porque Deana murió.

Se convirtió y entre los cuerpos no encontramos el suyo, suponemos que se convirtió y fue de la comunidad.

Sé que Spencer la ha buscado desde entonces para poder darle un entierro.

Hemos encontrado gente que hemos dejado que se nos unan, lo malo de ser tanta gente es que estamos escazos de comida.

Así que Daryl y Rick saldrán hoy a buscar comida.

Daryl: Deja de mirarte tanto.

Emily: Te juro que crece con cada minuto que pasa —digo viéndome el vientre en el espejo —. Siento que voy a reventar.

Daryl: Y eso que solo han pasado cuatro meses —hago una mueca —. ¿Cuántos tiene ya Maggie?

Ah si, todos ya se enteraron del embarazo de Maggie.

Emily: Dos meses, según nuestros cálculos —sigo viendo mi vientre —. Esta muy grande.

Daryl: ¿Qué querías? ¿Qué no creciera? —pongo los ojos en blanco.

Emily: No me refiero a eso, genio —lo miro por el espejo —. Muchos me dicen que esta muy grande como para tener cuatro meses, ¿y si tengo más?

Daryl: Lo sabremos si se adelanta a los ocho meses —se acerca —. Es eso o tendremos gemelos.

Emily: Muerdete la lengua —me abraza por detrás —. La que los tendrá soy yo, no quiero imaginarme el dolor.

Daryl: Recuerda que fue trabajo de dos.

Emily: Si, pero el trabajo es desigual porque tú no tienes que pasar por esto —señaló mi vientre.

Daryl: ¿Ya te dije lo mucho que te amo? —sonrió divertida.

Emily: Claro, cambio de tema para que las hormonas de mi pareja no se enojen —bromeó.

Daryl: Esposa —me corrige —. No Necesitamos de un maldito papel para serlo.

Emily: ¿Desde cuando estamos casado eh?

Daryl: Desde que iniciamos la relación —besa mi mejilla —. Y tengo esto.

Me muestra su mano, en su palma hay dos argollas de matrimonio.

Emily: Jurame que no estas bromeando porque estoy por llorar —malditas hormonas.

Daryl: No me atrevería a bromear con una embarazada —reí.

Me coloca el anillo y se coloca el suyo, volteo a verlo y lo beso. Me sostiene de la cintura para acercarme aun más.

El beso se va intensificando, solo eso agradezco a las hormonas porque en serio que el deseo sexual aumenta.

Nos separamos por el maldito aire, su pulgar acaricia mi cintura.

Daryl: No podemos, Rick me espera —volvemos a besarnos —. Maldición.

Emily: Esta noche no te salvas —nos damos un último beso —. Vete o en serio que no podré contenerme.

Daryl: Esta parte del embarazo me encanta —pongo los ojos en blanco —. Nos vemos más tarde.

Emily: De acuerdo.

Daryl: ¿Algún pedido en especial?

Emily: Si encuentras una buena langosta te lo agradecería.

Daryl: Haré lo que pueda —camina a la puerta —. Te amo.