2. Un Trabajo

1.3K 83 13
                                    

Ya pasaron algunos meses desde que regrese a Estados Unidos, también conseguí trabajo en el FBI.

Tengo un buen trabajo en ir de un lado para otro, trabajando en casos, arrestando y bla bla bla.

Llame a Marcelo por un teléfono no rastreable y me dijo que Antonio esta devastado por mi "muerte". Dijo que mando a buscar a esos asesinos por todos lados de Italia y no los encontró, claro ellos tuvieron que irse del país porque Antonio es experto torturando y podrían revelar la verdad.

Él tuvo que dejar que lo hirieran con balas por casi todo el cuerpo, apenas sobrevivió. Solo para que le fuera creíble a Antonio qué fueron por mí.

Obviamente lo castigo porque se salvo a él y no me salvo a mí, todas esas mierdas.

Adopte un Hamster qué llame Sally, es una cosa gorda que le encanta corretear por su rueda.

Termino de lavar los platos qué utilice para mi desayuno, miro el reloj en la pared.

Hoy tengo día libre así que iré de compras.

Seco mis manos con una pequeña toalla y la dejo encima de la barra, camino hacia la puerta.

Tomó mis cosas, salgo del apartamento.

Agnes: Buenos días, niña —volteo a verla.

Emily: Buenos días, señora —guardo la llave en mi bolsa —. ¿Cómo está su gato?

Agnes: Esta muy bien, gracias niña —asiento con la cabeza.

Emily: Nos vemos luego, señora —camino hacia el ascensor.

La señora Agnes es una mujer de sesenta años, sus nietos viene a verla de vez en cuando al igual que sus hijos.

Para sus sesentas es una mujer que tiene una buena resistencia, la invito a comer cuando puedo.

La mayor parte de mi tiempo estoy ocupada y duermo hasta muy tarde.

El ascensor se abre y camino por la entrada, Will, el portero, abre la puerta.

Emily: Sabes que no tienes porque hacer esto, Will —sostengo la puerta.

Will: También linda mañana para usted, señorita Miller —sonrió.

Emily: ¿Algo que quieras? Iré de compras.

Will: Mis galletas favoritas y usted tendrá a un servidor feliz —reí.

Emily: Dalo por hecho —salgo del edificio.

Camino hacia mi auto, entró y dejo mi bolso en el asiento del lado.

Camino por los pasillos mientras empujó un carrito, tomo las cosas que faltan en mi casa.

Booth: Em —me detengo —. No te des vuelta y sigue caminando.

Emily: Estoy en mi día de descanso, Booth —le recuerdo —. ¿Qué necesitas?

Booth: Necesito consultarte de un caso —suspiró —. Por favor.

Emily: Habla.

Booth: Necesito qué seas mi traductora, tenemos un sospechoso Italiano y…

Emily: No —volteo a verlo —. Sabes bien que si es alguien de Italia podría identificarme, avisar y Antonio estaría aquí para llevarme a la fuerza.

Booth: Es por eso que te necesitamos, creemos que Antonio D'angelo esta relacionado con este caso —lo miro sería.

Emily: ¿Quién es la víctima?

𝑈𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora