50. Maldita Mala Suerte

287 25 2
                                    

Aaron llego con una carta y con una bebé, la bebe estaba en uno de los puestos de vigilancia.

Se llama Gracie.

Mandamos con Tara una carta a Alexandria y con Luigi una carta hacia el reino. Diane llegó del Reino con una carta.

El Reino cayó, asesinaron a todos sus soldados. Solo Ezekiel, Jerry y Carol salieron vivos, Shiva murió por los caminantes salvando a Ezekiel.

Eric también murió en manos de los Salvadores, Aaron lo vio irse hacia los caminantes cuando finalizó su transformación.

En Alexandria no tuvieron muchas bajas, ya estamos pagando el precio de hacer esto.

Aquí estamos… solo tenemos el problema de los salvadores y que la comida está escasa.

Maggie, Enid y yo, con Gregory pisandonos los talones, salimos de la comunidad cuando nos informaron que Jesús esta alimentando a los salvadores.

Al salir lo vemos repartiendo comida.

Maggie: ¡Jesús! —nos acercamos a él —. Jesús…

Jesús: Hola —sonrie.

Mierda, es difícil enojarse con él.

Emily: Esa comida es nuestra.

Jesús: Hay un montón de navos en la despensa —nos recuerda —. Teniamos de sobra. Los Salvadores no se los llevaron cuando nos saquearon.

Maggie: Si están ahí es por una razón —coloco mis manos bajo mi viente, pesa mucho —. Lo que hoy sobra, mañana podría escasearse.

Emily: Hay que cuidar de los nuestros.

Gregory: Paúl, esta farsa. Ya duro demasiado —Dios, dame paciencia con este sujeto —. Construyan una horca de una vez. Ustedes son habiles, Emily y Margaret.

Emily: Gregory.

Gregory: Ahorremos las balas y acabemos con esto.

Emily: Paolo, ya sabes que hacer.

Gregory: ¿Qué? —pregunta indignado —. Solo digo lo que piensan ahí adentro.

Emily: Largo, no lo diré dos veces.

Enid: Vamos, Gregory.

Gregory: Saben que tengo razón —volteo a verlo molesta.

Paolo lo tomo del saco y se lo llevo a arrastras hacia adentro, nosotros nos alejamos un poco de los caminantes.

Maggie: No debiste hacer esto.

Jesús: ¿En serio están considerando lo que dijo Gregory?

Maggie: No descartó ninguna opción —aclara —. Así debe de ser.

Jesus: ¿Por qué estamos peleando?

Emily: Lo sabes.

Jesus: Si, eso creí —frunci el ceño —. Por eso los traje.

Maggie: Tenemos que acabar con esto —le recuerda —. Con Negan.

Jesús: Y lo haremos —asegura —. Pero, cuando lo hagamos, debemos procurar que lo que nos queda valga la pena por lo que perdimos.

Miró de reojo a los salvadores, dimos la vuelta y regresamos adentro.

Emily: Intercambio.

Maggie: ¿Qué? —nos miramos.

Emily: Cuando tenía dieciséis Antonio tuvo una pelea con otra mafia, capturó a muchos de los suyos —explico —. Al matar el líder hizo intercambio de ellos a cambio de todas las pertenecías valiosas, los entregaba a su familia y demostraban pleitesía hacia él.

𝑈𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora