Una chica incomprensiblemente linda. [Natsuki x Lector]

Capitulo 23.

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Retornar.

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• Natsuki: (Tú)... ¿Estás seguro de que sabes lo que haces?

• (Tú): Por supuesto. Dicen que la tercera es la vencida.

Intentabas ganar un pequeño peluche para Natsuki en el juego de la garra, sin embargo, aún no has dado ningún resultado.

Después de ubicar la garra sobre tu objetivo deseado, no dudas en oprimir el botón sin siquiera pensarlo dos veces.

La garra baja...

La garra toma el peluche...

La garra sube...

La garra suelta el peluche...

• (Tú): ... Bueno, si fallaste dos veces, lo harás una tercera vez.

• Natsuki: No cambies tu frase solo para lucir genial... // Natsuki suspira. // Solo déjalo. No vale la pena gastar en estos juegos.

• (Tú): Sé que tienes razón, pero... Este juego hirió mi orgullo y quiero recuperarlo. // Muestras una mirada de fastidio hacia la garra. // Además, quisiera darte un recuerdo de este momento.

• Natsuki: ¿Te olvidaste que tenemos un álbum de fotos específicamente hecho para estas esas cosas? // Suspira. // Olvídalo, yo lo hago.

Natsuki te quita de tu lugar con un empujón y toma los controles de la garra.

Mira de varios ángulos el pequeño peluche y finalmente empieza a moverse para estar justamente encima de él.

• (Tú): Natsuki... Creo que la garra está un poco a la derecha todavía. // Mencionas, inseguro.

• Natsuki: Cállate. Yo te mostraré cómo se hace... // Responde malhumoradamente.

Natsuki oprime el botón y al primer intento toma el pequeño peluche, enganchándolo perfectamente por su etiqueta.

• Natsuki: Y así es como se obtiene. // Menciona sin siquiera dejar a relucir alguna emoción.

Finalmente, reclama su premio y te lo entrega a ti.

• Natsuki: Un recuerdito para ti~ // Menciona con una alegre, pero egocéntrica sonrisa.

• (Tú): ... Muchas gracias.

Te dejaste conquistar por Natsuki y guardas su regalo en tu bolso para seguir con el resto de la tarde.

* * *

Tuve que pasar toda la tarde con Natsuki.

Fue una cita totalmente diferente a las anteriores. No hubo momentos en los que Natsuki actuaba deshonesta o reservada. Más bien, sentí que ambos estábamos sincronizados.

• Natsuki: ¡(Tú)! ¡¿Qué demonios?! ¡Apenas encestaste la mitad de las pelotas!

Ahora ambos estaban en el juego de encestar pelotas de baloncesto.

• (Tú): Natsuki, no soy de destacar en los deportes...

• Natsuki: ¿Y para qué entonces te ejercitas todos los días? // Pregunta en un tono malhumorado, cruzando sus brazos.

• (Tú): ... Tener un cuerpo fuerte no define tu valía en los deportes. // Era tu único argumento.

• Natsuki: ¡Al diablo! ¡Ahora es mi turno!