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Jisung creyó que ignorarlo sería sencillo, y lo fue hasta cierto punto, al inicio.

Pero ahora, ocho días después de la última vez que incluso se miraron a los ojos, le dolía.

Se sentía mal, incorrecto, como si fuera un castigo impuesto por él mismo.

Podía ser la culpa, podía ser debido a la última conversación que tuvieron. No lo sabía con exactitud, solo sabía que se le apretaba el pecho cuando lo observaba de reojo. Sus ojos cansados, apagados, su expresión triste, sus ojeras cada vez más oscuras, su rostro cada vez más delgado. ¿Acaso no estaría comiendo bien?

Se veía tan casado y triste...

Jisung no podía recordar la última vez en la que vio sonreír brillantemente a Minho, y pensar en eso y en que él había sido el causante principal de la desaparición de esa sonrisa tan preciosa, lo hacía sentir mal como la mierda.

Taehyun había estado presionándolo mucho últimamente. Era lindo, sí, llegó a ser su amigo, también, y le había agarrado cariño, eso era innegable.

Pero, ¿una relación? Él no quería eso. Él no había ido a sus brazos precisamente por eso.

Tal vez al inicio de todo, le pasó la idea por la cabeza, que podría ser feliz junto a Taehyun y que Minho no necesitaba pintar más en su vida, que sería uno más de los que van y vienen, de esas personitas que alguna vez quisimos mucho, pero por situaciones del destino, solo ya no pintan más en nuestros lienzos.

El problema: él sabía que eso era imposible.

Minho era diferente.

Y con cada día que pasaba se convencía más de ello, se arrepentía de sus acciones, de su actuar estando tan enojado y sintiéndose vengativo.

No era correcto, nunca lo fue.

Pero era demasiado tarde para arrepentirse.

Su burbuja ya estaba rota, la casita de cartas se había derrumbado. Ahora tenía a un pelirrojo ilusionado, esperanzado por una oportunidad y a un pelinegro que parecía indiferente.

Parecía.

Parecía que no le importaba en lo absoluto.

Lo pareció hasta esa noche.

Fuera culpa de su ansiedad reciente o de sus pensamientos culposos, Jisung tuvo un sueño terrible; despertándose cada dos horas con arritmias, manos sudorosas y un nudo en la garganta.

¿Desde cuándo era así?

Fue a eso de las 4:00 am que se despertó por la misma razón, que se dio cuenta de que Minho no estaba durmiendo a su costado, su lugar vacío, dejándolo con un sabor amargo en la boca. ¿De verdad sería así cada vez que se despertara desde ahora? ¿O habría alguien más ocupando su lugar?

Ni siquiera podía pensarlo sin sentir disensión.

Entonces lo oyó.

Minho estaba en el baño, la luz apagada, pero el leve ruido delatándolo. Jisung, curioso, se levantó en silencio y caminó descalzo hasta la puerta.

Tenía miedo. ¿Que escucharía? ¿Oiría conversaciones parecidas a las que él tenía con Taehyun? ¿O serían las porquerías que solía hablar con Changbin?

No quería escuchar ninguna de las dos, aun así, indispuesto a ser un ignorante, apegó cuidadosamente su oreja a la puerta cerrada.

Y se quebró algo en su interior al hacerlo.

Sollozos.

Claros sollozos siendo forzosamente retenidos en un intento de apaciguarlos.

Como cuando quieres llorar con todas tus fuerzas, pero te cubres la boca, cierras tu garganta y aprietas el doloroso nudo, haciendo que queme aquel fuego que no puedes dejar ir por más que quieras.

Es irónico porque quema por dentro como fuego, pero es liberado como agua una vez que sale. ¿Por eso dicen que después de llorar nos sentimos mejor? ¿Porque apagamos esas llamas?

Minho estaba llorando a las 4:00 de la madrugada a oscuras, en una esquina del baño, sí. Pero no solo.

--Y-Ya no quiero seguir aquí  --lloró --. N-no no puedo seguir viviendo con él.

El silencio abrasador, le permitió a Jisung escuchar la voz de quien estaba al otro lado de la línea.

--Faltan pocos días, Min --Jisung reconoció esa voz como la de Felix --. No puedes salir para que te arresten, por favor no hagas eso. No lo vale.

Otro sollozo desesperado, sonaba ahogado por tal vez su manga. Aunque en realidad se estaba mordiendo la mano para no llorar como quisiera y despertar al causante.

--E-Es que ya no puedo. No lo entiendes. Yo... Yo lo sigo amando. Y... Y-Yo a - a él ya no le importo...

--Minnie... --pronunció con pena.

--Lo amo tanto que me duele, me duele mucho y n-no no puedo respirar, no puedo pensar en nada más... Él ya no me ama, Lix, él ya no- ya no m- ya no me ama.

--Amigo tranquilizate por favor, se va a despertar.

--Y yo sé q-que me equivoqué --Ni siquiera podía vocalizar bien, se estaba ahogando entre respirar y llorar --. Yo la cagué primero y no t-tengo derecho a ponerme así, p-pero no puedo. Él también se aburrió de mí y lo m-merezco --chilló.

Felix sentía a su corazón apretarsele; podía sentir el dolor a través del auricular.

--Fue para mejor, amigo. Lo de ustedes ya era tóxico, no era sano. Es mejor así...

--Y-Ya lo sé, ya lo perdí, lo acepté. Pero me duele, n-no puedo estar ni un día más aquí sin no querer llo - llorar como un bebé. L -Lo amo mucho, Lix, lo amo tanto pero tanto que quiero morirme ahora.

Jisung despegó su oreja lentamente de la fría madera, se limpió las lágrimas de los ojos con su antebrazo y se fue de nuevo a la cama, con un nudo en la garganta y un peso extra en el pecho.

Esperaba que sus lágrimas se secaran en la mañana.

Pero por lo menos... Ya sabía que tenía que hacer.

...

Se vieneeee?

Si pudieran votar o comentar me ayudaría mucho, gracias por leer💗🐻‍❄️

                                 

stuck with u © HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora