014

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Capitulo largo

...

Medianoche.

Medianoche y no había luz de Minho.

No había llevado su celular, no había forma de comunicarse con él.

Jisung se sentía débil y tembloroso, con la respiración acelerada y sus latidos desbordantes, como si estuviera muriendo; la cúspide de la ansiedad lo había alcanzado.

¿Donde estás, mi amor?

Sus ojos caídos, completamente llenos de lágrimas, sus sollozos, el dolor en su expresión, su mirada incrédula, su voz quebrada... ¿Cómo podría perdonarse eso? Había sido el causante de lo que más aborrecía ver en el mundo: a él triste.

Y es que lo amaba tanto. ¿Cómo pudo haberlo olvidado? ¿Cómo pudo pensar que no era de esa forma solo por una mala racha? El amor viene en muchas formas y él estaba experimentando la peor parte, la del dolor.

Él había arrugado un corazón de papel que toda una vida estuvo buscando amor a regañadientes sin mucho éxito, un corazón que había sufrido constante abandono y maltrato, uno que confió en el ciegamente, lo había arrugado y sabía que no podría volver a su estado original por más que lo planchara o infringiera calor en él.

Las palabras duelen, dejan cicatrices. Por eso debemos pensar dos veces las cosas antes de abrir la boca o mover un dedo; porque por más que lo quieras con todas tus fuerzas, jamás podrás devolver el tiempo atrás y revertir tus estúpidas decisiones.

El nudo en sus tripas ya le había pasado factura por tercera vez en la noche; temblando, aferrado a las pocas fuerzas que le quedaban, vaciando su estómago una vez más arrodillado en el baño.

No había podido comer nada, pero el nerviosismo le jugaba una mala pasada a su mente, haciendo que sus náuseas fueran incontrolables. Jadeos que exhibían sus problemas para respirar inundaban el solitario baño.

¿Lo habría atrapado un policía? ¿A dónde fue? ¿Sus padres? ¿A algún súper mercado?

Ya no podía con la incertidumbre.

La mayoría pensaría que Jisung era un exagerado, pero él, quien lo había acompañado en las peores etapas de una depresión crónica, sabía que podría ocurrir, en especial considerando que jamás lo había visto tan destrozado.

¿Qué mierdas tienes en la cabeza, Han Jisung? Al parecer su sed de venganza había hecho que olvidara todo. Pero ya no más.

Habían pasado años desde que Minho lo había superado, pero de todas formas Jisung estaba aterrado por sus propias ideas traicioneras.

Con dedos temblorosos, sacó su celular del bolsillo y marcó a la policía de Seúl.

La conversación tan breve que sostuvo con el oficial, hizo que arrojara el celular con un grito colérico.

"No podemos tomar la situación como persona desparecida hasta que pasen 48 horas, es un adulto."

El celular cayó estrepitosamente a la alfombra.

Y se dejó llorar, sin retener el nudo, sin retener todas las ganas, se sentó en el suelo, se apoyó en sus rodillas, y lloró.

Lloro de coraje y frustración porque había arruinado lo mejor que tenía en vida.

Diez minutos después de odiarse a sí mismo, sacándolo de su hundimiento, recibió una llamada inesperada.

....

Minho intentó bajar las gradas lo más rápido que pudo sin trastabillar por la falta de visión ocasionada por las lágrimas.

Huir.

stuck with u © HanknowWhere stories live. Discover now