Como dos imanes que atraían mi atención.

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REN

 PASADO

 —La mierda que haces, detenla — grita mi hermana al otro lado del vestíbulo.—Tranquila, cariño... yo soy sus ojos y oídos, cada cabello suyo está intacto — trata dedefender Dave, pero mi hermana continúa avanzando hacia nosotros. 

Observo la hora en el reloj de mi muñeca, 11:00 pm. es tarde. 

—No es la mierda que piensas, Mer.—¿No te vas a un prostíbulo a coger con putas baratas?, niégalo — refuta. 

—Vale... ella sabe la mierda que haces, creo que es momento...Antes de que pueda terminar de hablar, Meredith, mi hermana, me extiende los portafolios ycronogramas que ha programado para mí en los próximos días restantes del año. Cada día,minuto, segundo, está meticulosamente planificado en este montón de papeles diseñado porella. 

—¡Ya es suficiente, Ren! ¿De verdad crees que no me doy cuenta? ¿Qué no sé lo que hacesen esos lugares? Cientos de personas esperan algo de ti, te observan, notan cuando la jodes ycuando no. Tienes todo tu calendario lleno de actividades.... Mañana temprano tienes que iral estudio. El tiempo es una inversión y muchas personas lo invierten en ti... no hagas quese arrepientan de eso. 

—No es lo que piensas — trato de calmarla, pero su mirada de decepción a la que ya deberíaestar acostumbrado, sigue doliéndome. 

—Me prometiste que me dejarías estar a cargo de ti y que te cuidarías. Lo último que quieroes tu cara en las portadas amarillistas. 

Dave permanece en silencio, observando la escena con incomodidad. Cuando se trata de ella,su papel de manager se ve minimizado. No importa lo que él vaya a decir o lo que yo mismoopine, soy quien soy por mi hermana.Pero, tanto como no quiero decepcionarla una vez más, tengo que salir de aquí.Cuando encuentre a Mira...ella lo entenderá. 

—Prometo... lo juro, que no es mi intención arruinar las cosas — trato de sonar lo mássincero posible. 

—No sé por qué lo haces Ren...si fueses menos errático yo talvez te entendería— responde,pero camino hacia la salida con Dave detrás de mí, observo la hora una vez más, 11:20 pm. 

Mierda, es tarde. 

Al llegar al club, mi mirada se desvía del lugar en busca de aquella silueta que se haconvertido en familiar los últimos días.Hannah... su nombre es Hannah.Pero su presencia no se encuentra por ningún lugar. 

—Tío...no es bueno que te acostumbresa la misma mujer cada día — incita Dave— hay tantas mujeres como peces en el rio ¿Por qué lo vas a desperdiciar buscando a la misma todos los días?Tomamos lugar frente al escenario y de inmediato las luces se apagan. 

—No estoy aquí parafollar...lo sabes.—así le quitas la diversión a esta búsqueda, que de por sí ya es miserable, en cambio yo.Una rubia empieza a contonearse lanzándole miradas y Dave pierde el hilo de sus palabras. 

— vez eso...hay mujeres hermosas ¿Por qué voy a desperdiciar hablando con la misma todoslos días? 

— No es lo mismo que dijiste cuando te casaste la segunda vez— intervengo. 

— No debiste dejarme hacerlo.La rubia se sienta sobre su regazo y Dave le reparte billetes entre la tanga y el brasier. Lo quees una señal para retirarme y dejarlo hacer la mierda que viene a hacer.

 Necesito encontrar a Hannah, antes de que me levante el escenario se oscurece y los focosse iluminan dando inicio al show de media noche. 

Una mujer alta y rubia es iluminada por laluz y sus ojos sutiles son hipnotizantes mientras su cuerpo se desliza al ritmo de la música demanera natural, como si fuera parte de ella. Su mirada se encuentra con la mía, se aleja delescenario y camina hacia mí con elegancia y sensualidad. 

—¿Te gusta lo que ves? — Su voz es suave y seductora, antes esto habría sido suficiente parallevarla a mi cama y tenerla enredada entre mis sabanas. 

Habría sido tan sencillo.

 En cambio, a lo lejos noto la silueta de Hannah adentrándose entre los pasillos, es lo que haceque me detenga.La rubia bailarina sutilmente se sienta sobre mi regazo —ella no es mejor que yo...lo sabes. 

Que mierda. 

La música continúa, envolviéndonos en su ritmo seductor —La pequeña Hannah...solo esuna niña, yo en cambio soy una mujer. Puedes tenerme a mí y me encargare de hacerte feliz—susurra, alzando la mirada y encontrándome con unos ojos verdes profundos y enigmáticos. 

Sin duda es hermosa, pero...guío mi mano hacia la mecha que atraviesa su rostro, acercándolahacia mí mientras su perfume me envuelve. 

—No creo que esto sea una competencia por un hombre al que le importas una mierda si esasí es jodidamente triste. —Respondo con voz grave, consciente del impacto que mispalabras pueden tener. 

Aunque esta mujer sea desconocida para mí, algo dentro de mí deseahacerla retractarse frente a Hannah.En cambio, una risa aguda escapa de sus labios—Con la mirada inocente que tiene, los haengañado a todos ustedes... — su mano se escabulle por el bolsillo de mi chaqueta y arrastrasus uñas a través de mi pecho antes de retirarse. 

Saco la nota que me ha dejado en el bolsillo y la observo. 

Diamond: 90467897 — Es su número de teléfono.

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