🥷 ESPÍA 🥷

64 4 2
                                    

LUNES (ENTRENAMIENTO DE VOLLEYBALL)

Joder.

De verdad, jo-der.

No se qué entrenamiento me cansa más, si el de gimnasia o el de volleyball.

No es que sea una quejica, pero no veo la necesidad de correr antes de calentar. O, al menos, que no nos pongan a correr quince minutos.

--Cuando tenga dieciocho, lo voy a denunciar-- me decía Annie jadeando.

--Va a tener dos-- me dice Kyra, que acaba de llegar a mi lado.

--Me apunto--anuncio.

Nos reímos y hablamos un rato más mientras estirabamos y tomabamos agua. Kyra dijo algo de que sus padres iban a organizar una cena para conocer a un médico importante de Corea y que la recomendará en unas universidades de allí.

Cuando terminamos el entrenamiento, estaba cansadísima. Y lo peor: tenía que esperar el autobús y mis piernas eran como fideos chinos recién hervidos.

Iba de camino a la parada con mis auriculares puestos, cuando escucho un coche a mi espalda. Ya iba a ponerme a la defensiva, pero cuando veo a Luke detrás de mí-- y en su coche-- bajo la guardia.

--Hola Emma-- me saluda. Yo me quito los cascos para ser educada.

--Hola Luke. ¿Ha pasado algo?

--¿Eh? No, no.

--¿Entonces me vas a secuestrar?

Hazlo porfavor.

Agh.¡No ahora mismo conciencia!

--No--dice riendo--. ¿Quieres que te lleve a casa?

Woah.

Sí, woah.

Conciencia, ¡análisis de la situación rápida!

El chico que te gusta es el primero en preguntar si te puede llevar a casa.

Vale. Vale, vale, vale. ¿Porque estoy tan nerviosa?

No voy a decir nada, peeeeero te recuerdo que llevas 7 segundos sin responderle a tu futuro esposo.

Agh. Es verdad.

--E-esta bien.

Rodeo el coche para sentarme en el asiento de copiloto. Lo único que puedo pensar es:

Cómo. Huele. A. Él.

Esque huele tremendamente bien. Huele a un Luke que hasta sudado me gustaría, jeje.

Acabas de decir que te gusta.

Agh.

Durante unos minutos solo hay silencio, como el del otro día, hasta que empieza a sonar Good 4 u, de Olivia Rodrigo.

Noooooooooo.

Esta era mi perdición, seguro.

Oh, good for you

Miradas CruzadasWhere stories live. Discover now