👊🏻PUÑETAZOS DESTRUCTIVOS👊🏻

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Si has llegado aquí, debes leer primero el capítulo: HISTORIAS POR CONTAR. Si no, os rayareis un poco. 💋💋

—¿De que lo quieres?—le pregunté.

—Vainilla—contestó.

Sabor favorito de Luke: vainilla. Anotado.

Se lo pedí a la señora que nos atendía y me los dio en un instante. Le di el suyo a Luke y empezamos a caminar hacia el parque.

Hoy era miércoles y estábamos en la heladería donde Jana y Matt tuvieron su "primera cita". Básicamente, cuando le dije a Luke que nos fuéramos para que tuvieran más espacio. Desde ese día comenzaron las mariposas y las sensaciones de calor cuando estaba a mi lado.

Una vez llegamos allí, nos sentamos en un banco, viendo a unos chavales que jugaban un partido de fútbol. Jugaban bien. Me pregunto que equipo irá ganando.

Me terminé el helado en un pis pas mientras miraba el partido y hablaba con Luke. Me levanté, tiré el papel a la basura, y volví a sentarme en el banco. Vi que el equipo de un tío alto y rubio cantaba victoria. Supongo que habrán ganado.

Noooooo. Están celebrando que han perdido.

Pues vaya motivo de celebración.

Era ironía.

Ya lo sé, ¿vale? Tan idiota no soy.

Lo que tú digas...

Agh.

El portero, que estaba en el suelo, agarró la pelota y le dio una fuerte patada. Iba como una bala: con fuerza y rapidez. Me asusté al ver que venía hacia mi. Me cubrí la cabeza con las manos ahogando un grito. No quería romperle los oídos a alguien.

La pelota no me dio a mí, si no a Luke.

Lo observé y tenía un corte en pómulo. No era grande, pero se podia infectar. Y no queremos eso.

Nunca.

—¿Estás bien?—le pregunté, aunque la respuesta era un no, me dijo:

—No es nada. Solo un corte.

—¿Como puede cortarte una pelota?

—Al parecer, tenía una piedra incrustada y me ha dado. Pero no hay nada que no se pueda arreglar.

Me sonrió, pero sabía que le escocía. Todos nos hemos hecho daño una vez, no hay porque esconder el dolor. Justo le iba a decir eso cuando oigo un:

—¡Eh, tú, nenaza! ¡Pásame la pelota!

—¿Pero que te pasa? ¿Eres idiota o gilipollas?-le grité.

—No hace falta ponerse así. Solo he pedido la pelota.

¿Que no me tenía que poner así? Oh joder, se va a enterar.

—Discúlpate—le dije una vez llegué a su altura. Luke se ha quedado en el banco cuando le he hecho una señal con la mano de que no viniera.

—¿O que?—rió. Me señaló y se dirigió a sus compañeros—. Chicos, esta niña se cree la heroína. Miradla, si solo es una cría que quiere que nos disculpemos. Además, ni siquiera tiene culo—se escucharon unas risas.

Este pavo me está enfadando. Mejor. Si era necesario, le pegaría con toda la rabia del mundo.

—Pero al menos tengo cerebro— se escuchó un <<oooooooohhhhhhhhhj>>de sus compañeros—. Y me importa una mierda tener culo o no. Discúlpate.

—¿O que? ¿Me vas a pegar? Que miedo me das—ironizó.

—¿Quieres que lo haga?

—Adelante. Pero te advierto, no te lo voy a poner fácil por ser mujer.

Miradas CruzadasWhere stories live. Discover now