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AVISO: Creo que este capítulo será corto, pero no sé.
Besoooos💋💋💋

Estúpida alarma.

Perezosamente alargo mi brazo para apagarla. Ohhhhh, que pereza. Me levanto y me estiro para ir al baño y ducharme. Me visto y bajo a desayunar. Hoy mi madre no está, así que desayuno viendo la televisión.

Bombastic say die.

¿A que ha venido eso conciencia?

No sé. Lo vimos el otro día en Tik Tok.

Es verdad, jeje.

Enciendo la tele y pongo Outer Banks. Luego, llevo mi plato a la cocina, lo lavo, lleno mi botella de agua, cojo las llaves y salgo de casa. Fuera me espera Elisa con Jack—en su coche—y Luke.

¿Luke? ¿En que momento?

No tengo ni idea, pero le iba a dar las gracias a Elisa por dejar que me siente atrás con él.

Hola chicos—saludo mientras me monto en el coche. Ellos me devuelven el saludo y Elisa me dedica una mirada de uuuuuuuuyyyyyyy, y yo lo respondo con una mirada de cállate o te mato.

Me encanta esa sensación de no hablar y poder entendernos perfectamente.

Besties power, baby.

Por suerte, Elisa no tardó en sacar conversación y llenar el silencio silencioso del coche. Básicamente sacábamos temas al azar, pero no tardamos en llegar al instituto. Allí, Elisa y yo nos separamos de Luke y Jack para ir a clase y poder hablar tranquilamente.

Bueno...¿porque ha venido hoy Luke con nosotros?

¿Te molesta?—preguntó divertida.

No, solo que se me hizo extraño.

Bueno, ayer Luke se quedó en la casa de Jack y como que jugaron hasta tarde a la PS4 y...Bueno, eso.

—Entiendo...¿Y a que hora vamos al centro comercial?

—Mmm...no sé. Tiene que ser antes de las cinco, ¿no?

—Sí, no puedo llegar tarde al entrenamiento.

—Pues...a ver...¿y si vamos a comer al Burger después de clase y directamente vamos a comprar?

—Me parece bien.

Llegamos a clase y le conté todo lo que hice ayer en mi cumpleaños. Y le conté—otra vez, esta vez no por mensaje—el momento tumblr que tuve ayer con Luke. Cuando se lo conté de nuevo soltó un chillido que se pudo escuchar hasta en China.

Pronto acabamos las primeras clases y era hora del patio. Allí, mi amiga del alma me compró un bocadillo de bacon y queso de nuestro famoso cocinero—el del instituto—Armando.

Cuando terminamos de pagar, el idiota y Jack nos esperaban en una mesa.

—Bueno...—empecé, sentándome—alguien me ha dicho que unos amigos estuvieron toda la noche jugando a los videojuegos, ¿verdad Elisa?

Miradas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora