Prólogo

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     El calor ahí resultaba asfixiante, sin embargo, era como una bendición para los aliens pertenecientes al lugar. Las calles, por otro lado, eran víctimas de la humedad, de los pasos incesantes peatones y de las carreras que los más pequeños daban con tal de llegar a la escuela. ¿Qué hacían en la Luna de Fuego?, ¿Cuál era el plan de Samuel esta vez?

     Con molestia, Catherine sacude las manos varias veces, intentando así que las esposas de acero dejaran de lastimarla, sin embargo, lo único que consigue es que el grupo se detenga, que el villano le apreté la mandíbula y que la sacuda hasta más no poder.

—¿Qué quieres intentar, Cathy?, ¿huir?— inquiere él sonriendo de medio lado.

—No sabes cuánto me gustaría— confiesa ella con un leve temblor en la voz.

—Lamento desilusionarte, pero te quedarás conmigo hasta que nuestra hija decida dar la cara.

—No lo hará, al menos no por ahora.

—¿De verdad crees que ella te dejará a tu suerte?

—No: cualquiera estaría loco si trata de enfrentarse a ti sin algo en mente. Lara piensa, Samuel, a diferencia de mi a esa edad.

     El villano frunce el ceño al recordar, de repente, su adolescencia y los momentos vividos junto a la mujer, lo cual provoca que una furia inesperada nazca en su corazón, recorra su brazo, y que sus dedos, al final, se estampen contra la mejilla pálida de Catherine. Esta se impacta, se queda muda y mantiene la cara ladeada por un par de minutos, sin embargo, no permite que el miedo invada su expresión ni su voz.

—Estas cavando tu propia tumba.

—Lo sé desde hace años, y por eso te pido, una vez más, que paremos esto: somos adultos, padres y ya han pasado años. ¿Qué es lo que realmente deseas?

—¡El poder absoluto! Y no lo conseguiré hasta completar lo impuesto por mi padre.

     Nuevamente, la madre de Lara se calla antes esas palabras, y tragando saliva, los mira a los ojos sin parpadear. Por alguna razón, recorrían el planeta cautela, y quizás por otra más, nadie se había atrevido a llamar al Gobernante para que atrapara al villano, y eso la desconcierta. Una brisa caliente hace que sus ropas se muevan, que los cabellos de cada uno se desordenen y que las otras dos secuaces, ambas todavía sin ser conscientes de sus actos, la tomaran de los brazos con firmeza.

—Suéltenme.

     Catherine siente el empujón propinado desde atrás, y suspirando con enojo, decide mantenerse dócil, al menos durante un par de horas. Sin hablar en lo que restaba de camino, la alien no tiene la oportunidad de estirar los dedos, masajearse las muñecas o de siquiera descansar un poco en la orilla de la calle: al parecer, el hombre estaba ansioso por ir a un destino que no se atrevía a revelar.

     El cielo se presentaba con detalles naranja sobre sus cabezas, el suelo parecía estar hecho con el único fin de ensuciar a los transeúntes y el calor, en algunas ocasiones, bajaba en su intensidad, aunque eso solo duraba unos segundos, ya que después volvía ser insoportable.

     La cautiva no supo por cuanto tiempo habían caminado, tampoco le fue fácil descifrar si sus captores estaban tan cansados como ella, pero de lo que si estaba segura, era de que se estaban alejando del centro de la luna, ese donde los extraterrestres no dejaban de franquear. ¿A dónde se dirigían? Un claro espacioso logra abrirse ante las miradas de todos, y El Conquistador, con gotas de transpiración recorriéndole las sienes, no duda en adentrarse en medio del grupo de árboles que ahí había. Sin protestar, Catherine continúa avanzando, y pese a que Berenice y la japonesa seguían sin soltarla, no se quejó: esa extraña cantidad de naturaleza logra tranquilizarla durante breves momentos, y de forma instantánea, la mujer aspira la cantidad de oxigeno que está disponible en el ambiente. No se parecía a su hogar, a la Luna de Hielo, pero sí que existía cierta familiaridad.

—¿Qué hacemos aquí?

—No te incumbe— le responde el malvado viendo al frente.

—Esa es una contestación bastante contradictoria, Samuel.

—¿Qué no sabe lo que es el silencio?— inquiere Hana al borde del fastidio.

     Ella estaba asustada, aunque no deseaba confesarlo, y él, a pesar de no haberla visto durante mucho tiempo, lo sabía: sabía cuáles eran sus gestos ante esa sensación, cuales iban a ser sus palabras y como reaccionaria porque, al final, había ciertas cosas que no cambiaban.

—Samuel, por favor...

—Tus suplicas no servirán de nada.

—Escucha: ya una parte de la tierra sabe que existimos, y tú más que nadie entiende lo peligroso que es eso.

—¿Podrías callarte?— pide él girado su cuello para verla.

     La alien quiso probar una vez más: tal vez si hablaba de nuevo, lograría convencer a Samuel, sin embargo, el sonido de unas pisadas aproximándose la detienen. Con rapidez, la madre de Lara alza la vista, y la hacerlo, aguanta la respiración: un fantasma del pasado estaba frente a ellos, uno que se supone había dejado de existir.

     Tamara, la madre de Joen, se detiene por unos cuantos segundos, y asegurándose de nadie más estuviera cerca, avanza. Los años se reflejan en su semblante, aun cuando este estuviera inexpresivo, y su vestimenta parecía nueva, pese a estar en un pequeño lugar inhabitado.

     Catherine abre la boca, pero luego la cierra, demostrando así que las palabras se le habían ido. ¿Cómo era eso posible, si el mismo Apolo creía que estaba muerta?

—Tú...

—¿Qué significa esto, Samuel?, ¿dónde está la chica?, ¿y mi hijo?— interrumpe Tamara.

—Hubo un cambio de planes.

—¿Estás viva?

—Esto no debía ser así— la ignora ella otra vez.

—¿Qué rayos esta sucediendo?

—Tranquila, Cathy, que pronto iniciaremos un nuevo viaje— informa él acariciando la llave de las esposas.

     Un presentimiento la envuelve de poco en poco, y este, para lastima suya, no tenía nada de positivo. "Por favor, pequeña, no hagas nada peligroso" dijo ella para sus adentros.



¡Sean bienvenidos a la tercera entrega de la "Saga Moons"! Ahhh, no saben lo emocionada que estoy, mundanos: por favor, no olviden comentar, votar y seguirme. Oh, y también agregar la novela a sus bibliotecas 🤗. Espero puedan disfrutar de esta novela tanto como yo. ¡Nos vemos en las próximas actualizaciones 👋🏻!

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Besos infinitos, G.S

PD:  la madre de Joen está viva 😲, nuestros protagonistas serán asechados por una fuerza superior a ellos y Samuel no se dejara vencer tan fácil. ¿Qué creen que suceda en el primer capítulo 😏? Por cierto, este prólogo va dedicado a mi amiga y creadora de portadas, banner e imágenes publicitarias: R M. Toledo. Gracias por todo tu apoyo 😊.

Luna de Fuego [Saga Moons #3] {➖}Where stories live. Discover now