𝗕𝗨𝗧𝗧𝗘𝗥𝗙𝗟𝗬,,𝗷𝗮𝗺𝗲𝘀 𝗽𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿

Chapter Thirty.

Amy Capella.

18 de Agosto, 1980.

El día aparentaba ser feo hasta la hora en la que nacio la pequeña Amy, toda nube que cubría el sol fue desvanecida, al igual que la lluvia poco a poco había parado dejando un arcoiris que terminaba en la ventana de la habitación en la que Amy Capella Black se encontraba, con a penas minutos de vida.

Sirius tomo fuerte la mano de James, suspirando y tomando fuerzas para entrar en aquella habitación donde se encontraba su mujer e hija.

Las lágrimas automáticamente aparecieron en los rostros de ambos hombres ante tal emoción de ver a la pequeña niña, vieron los cabellos rubios que adornaban su pequeña cabeza, de a poco se acercaron hasta quedar en frente de la mujer.

Sirius, tenía la emoción de ser padre. James tenía la emoción de ser padrino, se le había ocurrido tantas ideas de como mal enseñar a la pequeña y como la iba a ser la protegida de los merodeadores.

— Mira Amy, llegó papá.— dijo Marlene con una voz suave, Sirius temblando la tomo en brazos. La pequeña bebé automáticamente se acorruco en sus brazos, sintiendo el aroma de Sirius adornarla y protegerla.

— Cornamenta, soy papá.— las lágrimas contenidas terminaron de caer, James asintió igual de feliz que el. James se acercó también, viendo la carita de la pequeña Amy, sin dudas era una Black, lo único que tenía de diferente era su cabello rubio heredado por su madre.

— Hola canutita.— Saludo James dejando un beso en la frente de la bebé, Sirius abrazo a su hija meciedose en la silla.

— Es tan hermosa, mi hermosa cachorrita.

Aquella tarde, por un momento olvidaron todos los problemas. Estaban las dos familias, Potter y Black, reunidas en aquella habitación conversando.

Cuando llegó el momento que más emoción tenían Sirius y James, de presentar a sus hijos.

— Mira Harry, es Amy.

Ambos bebés abrieron sus ojitos, pareciendo mirarse. No duró mucho ya que la manito de Amy impacto en la cara de Harry haciendo que comenzará a llorar desconsolado, contagiando a la recién nacida.

— ¡Perdona, Vanny! — se disculpo Marlene negando con la cabeza mientras calmaba a Amy.— Es que aún es muy chiquita y además tiene los genes de Sirius.

— No pasa nada, Marlene.— rió Vanny.— son bebés, aún no saben manejar sus manitos y Harry es medio exagerado como su padre.

James rodó los ojos.

•🦋🦋🦋•

— ¡No Harry!

— ¿No, que?

— No vayas por ahí, tonto.

— ¿Quien te crees que eres para decirme que hacer o que no?

— Soy Amy Capella Black y si quieres ve y mátate.— se encogió de hombros la rubia.— Ya te dije que ese no es el camino, si vas por ahí jamás vas a llegar a la copa y Cedric ganará el torneo.

— ¿Tú cómo sabes que no es por ahí?

— Porque ojo loco dijo sigue tu instinto y mi instinto dice que eres un tonto por no hacerme caso y seguirme, si quieres ve por ahí y pierde el torneo, da igual, pero yo? Perder? Jamás.

El chico de anteojos la siguió arrastrando sus pies, el camino comenzó a cerrarse haciendolos correr, tal y como lo había dicho la rubia encontraron la copa, pero el otro chico también lo había hecho.

Vanny se levantó sudando y confundida, volteo a su alrededor y vio a James durmiendo tranquilamente mientras la abrazaba por la cintura y Harry durmiendo igual, ella juro ver una cicatriz en su frente, pero ignoro aquello volviendo a dormir, queriendo olvidar aquel extraño sueño.