“¡Abuelo, déjalas entrar primero! ¡Creo que esa hermana no puede aguantar más!” El joven de antes le sugirió al viejo maestro Bai cuando vio a Lin Yun cargando algunas bolsas con dificultad.
El viejo maestro Bai resopló y dijo: “¡Solo sabes cómo traer esas cosas para verme! ¡Todos ustedes no son sinceros!”
“¡No tienes permitido tomar esas cosas! ¡Tíralos a todos!” El viejo maestro Bai estaba inexplicablemente enojado y regañó al joven.
El joven miró al Viejo Maestro Bai con una expresión agraviada. “¡Si no dices nada, no me atreveré a ayudarte! ¡Ya que no los quieres, ayudaré a esta señora a tirarlos!”
El joven estaba a punto de quitarle las cosas a Lin Yun cuando Lin Yun rápidamente evitó su mano.
“¡Abuelo Bai, las cosas adentro no son lujosas! ¡Te garantizo que te gustarán!” Lin Yun reveló una sonrisa determinada.
En este momento, estaba extremadamente agradecida con la tía Niu por no preparar esos obsequios superfluos.
El viejo maestro Bai no parecía creerlo. Miró las bolsas en la mano de Lin Yun.
Esas bolsas eran de hecho diferentes de las bolsas de regalo que los demás habían traído cuando vinieron de visita. Esto despertó la curiosidad del anciano.
“¡Entonces tráelos y echa un vistazo! ¡Si son esas cosas elegantes, te echaré con esas cosas!” Dijo el viejo maestro Bai y se volvió para entrar a la casa.
Cuando el joven escuchó esto, inmediatamente avanzó y tomó la bolsa de Lin Yun. “¡Te ayudaré a llevarlos adentro!”
Lin Yun finalmente se deshizo de esas cosas pesadas y siguió a Wang Qi a la casa.
El viejo maestro Bai se sentó en la silla del Dragón Enrollado en la cabecera de la mesa y miró a Lin Yun nuevamente. “¡Veamos lo que trajiste! ¡Si no tienen razón, no me culpes por tirarte con tus cosas!”
Lin Yun sonrió con confianza y le mostró las bolsas al viejo maestro Bai.
“Estos son albaricoques recién recogidos de la montaña. Se pueden comer crudos y usarse como medicina”, dijo Lin Yun mientras miraba al viejo maestro Bai. “¡Son albaricoques silvestres de montaña!”
Los ojos del viejo maestro Bai se movieron ligeramente, pero aún se sentó en el lugar sin revelar nada.
“Estos son los mejores platos de mi tía. Escuché que el abuelo Bai es un conocedor de la comida y me pidió especialmente que los trajera para que los pruebes”, dijo Lin Yun mientras abría algunas cajas pequeñas de comida en bolsas.
Había algunos bocadillos únicos en la caja de comida. Además de la exquisita mano de obra, cada uno de ellos tenía un sabor único.
Lin Yun le hizo un gesto al joven para que le llevara los bocadillos al viejo maestro Bai.
El rostro originalmente tranquilo del viejo maestro Bai instantáneamente recuperó el color.
Sin dudarlo, agarró un bocadillo y se lo metió en la boca.
Mientras masticaba, las comisuras de su boca se curvaron lentamente.
Finalmente, un refrigerio hizo desaparecer la insatisfacción del Viejo Maestro Bai.
El viejo maestro Bai levantó las cejas y le dijo a Lin Yun: “¡Eres bueno! ¡Eres mucho mejor que esos tipos que solo saben dar cosas inútiles!”
Lin Yun sonrió al viejo maestro Bai y preguntó: “Mi tía también puede preparar bocadillos con hierbas medicinales como ingrediente principal. Abuelo Bai, ¿estás interesado en probarlos?"
“¿Ah? ¡Eso es bueno! ¿Cuándo puedo molestar a tu tía para que me haga algo para probar?" El anhelo del viejo maestro Bai se despertó y sus ojos se iluminaron.
“¡Ni siquiera sabes que estas personas inútiles a mi lado no pueden hacer una comida deliciosa durante todo el día! ¡Me ha estado molestando por un tiempo!”
La sonrisa de Lin Yun se profundizó. "¡Está bien! ¡La próxima vez, pediré a la tía que prepare unos bocadillos deliciosos y te invitaré a ti y a mi abuelo a probarlos! ¡Son unos snacks que hay que comer mientras hace calor!”.
¡El viejo maestro Bai se dio cuenta de inmediato de que esta niña lo había engañado!
Sin embargo, rápidamente notó algo más. "¿Dijiste tu abuelo?"
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°Erinnee°
