─ chapter twenty-two

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GIANNA SOLTÓ UN SUSPIRO, antes de apretar el botón ENTER, una sonrisa formándose en sus labios cuando vio que el mail se había enviado y con él, el escrito final de su tercer libro ya terminado. Lo había hecho, había terminado el libro, y si todo salía bien en unas semanas iba a verlo en todas las librerías, pero esta vez con un pequeño cambio a diferencia de los anteriores, cambio que había ocurrido gracias a las palabras de Julián y el apoyo extra de Paulo y el resto de su familia y amigos.

Porque después de haberlo pensado durante días, Gianna había tomado la decisión de dejar el anonimato a un lado, y dejar de usar el pseudónimo para que sea su nombre real el que aparezca en el libro. ¿Estaba asustada? Claramente, pero lo hecho, hecho estaba, y sabía que eso era algo que tarde o temprano iba a pasar. Sólo quedaba esperar a la salida del mismo y ver cuál era la reacción de los lectores, y rogar que el cambio fuera bien recibido.

Ya era treinta de diciembre, Navidad había pasado y Gianna y Allegra lo habían pasado en Laguna Larga con toda la familia, aprovechando que estaban ahí por los festejos que se habían realizado en la provincia para los cuatro campeones y en el pueblo para Paulo. Así como ellas lo habían pasado con la familia en el pueblo, Julián lo había pasado con su familia en Calchín, por lo que habían hecho videollamada con ellas para poder saludarlas, al igual que el resto de la familia Álvarez, los hermanos de Julián y el mismo Julián emocionados por volver a ver a Allegra para entregarle los regalos que habían dejado bajo el arbolito para ella.

— ¿Ya tienen todo guardado? —ante la pregunta de Paulo, que salía del baño, Gianna asintió mirando otra vez la lista que había armado par asegurarse de tener todo.

— Sí, ya está todo, sólo falta que vengan los Uber. —Gianna miró la hora en su teléfono, viendo que eran ya las cinco y cuarto de la tarde, lo que significaba que en uno cinco minutos los autos llegarían ya que debían llegar con al menos dos horas de anticipación al aeropuerto.

— ¿Hablaste con Julián? ¿Ya saben cómo van a hacer con el tema de que tiene el partido él?

— Sí, hicimos videollamada más temprano cuando salió del entrenamiento. —respondió Gianna con una sonrisa— Él no va a poder irnos a buscar porque va a estar con el tema del partido y el viaje al estadio con el equipo, Mariana y Gustavo van a ir a verlo con Agustín, pero Rafael y Agustina no, ellos son los que van a ir a buscarnos al aeropuerto. Juli tenía ganas de que pudiéramos ir a verlo, pero con el tema del viaje Allegra va a estar cansada y va a ser imposible, y seguro no llega a la noche para la reunión.

Paulo asintió, analizando todo lo que su hermana acababa de explicarle. Y es que Gianna y Allegra iban a pasar Año Nuevo con la familia Álvarez en Manchester, luego de que Julián las invitara, y que los padres y los hermanos del cordobés les rogaran que aceptaran la invitación. Las dos Dybala iban a quedarse con el jugador del City en su departamento por algunos días antes de volver a Roma, porque era mucho más rápido viajar de Roma a Manchester que de Buenos Aires a Manchester, ya que habían acordado que cuando Gianna y Allegra pudieran viajarían para visitarlo, sobre todo si era fin de semana y había algún partido.

El avión salía de Argentina a las ocho de la noche y estarían llegando a eso de las dos y media de la tarde de Manchester, y era por eso mismo que serían Rafael y Agustina los encargados de ir a buscarlas y llevarlas hasta el departamento de Julián para ayudarlas a instalarse y mirar el partido del City juntos, esperando hasta que Julián volviera. Según lo que el cordobés le había dicho, ya tenía preparada la habitación de huéspedes para Allegra, con una sorpresa para la nena. Gianna tenía curiosidad por ver a qué se refería, pero estaba segura de que iba a ser algo bueno, sobre todo si se trataba de algo que venía de parte de Julián.

DELICATE | julián álvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora