Helga G Pataki

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-Helga donde estas? por favor responde!!!- Arnold estaba corriendo como loco en la jungla de San Lorenzo pudo escuchar la voz de Helga llamándolo, el corío con todas sus fuerzas pero no la podía verla en ningún lado -Aaaarnooooollld- se escuchó nuevamente su voz como si de un eco se tratara en eso al fin pudo ver a lo lejos su distinguido moño rosa, acelero su paso sin preocuparse de lo peligroso que estaba el camino causando que este se golpeara la cabeza, pero no le importo ya que podía ver a su amada.

-HELGAAAA!!!- Arnold grito haciendo que la niña con el moño rosa volteara, este se abalanzó a ella -Helga no puedo creer que te tengo en mis brazos, Helga yo te amo, perdona por tardarme tanto tiempo pero ahora sé que en verdad te amo, amo todo de ti tu fuerza, valentía, tu terquedad, todo- mientras mas fuerte la abrazaba y su felicidad aumentaba pudo sentir que ella le faltaba algo, ella no le respondió ni su abrazo ni su declaración así que decidió separase y no podía creer lo que veía, a Helga le faltaba una parte de su pecho que tenía forma de corazón, Arnold no entendía nada y cuando vio la cara de Helga no tenía pupilas Arnold se alejo por completo de ella, no sabía porque Helga se veía así, pero ella se paró del suelo y extendió su brazos y dijo.

-Disculpa, pero quien soy yo? Y quién eres tú?- 

Arnold despertó de su sueño o más bien de su pesadilla, pero ya no se sorprendió, aunque nunca empezaba igual siempre terminaba de la misma forma viendo a Helga y ella no lo podía recordar, haciendo que todo el día le cueste mucho no pensar en ella, por suerte para el, todo el día estaría ocupado ya que junto a su abuelo y padre van a remodelar unas habitaciones de la casa de huéspedes debido a que habrían nuevos inquilinos por un largo tiempo, pero aun con todas las locuras que pasan en el desayuno y el trabajo pesado que estaba haciendo no podía dejar de sentirse diferente, no sabía por qué pero algo no estaba bien, tenía un mal presentimiento, estubo asi todo la tarde hasta que el ruido de las escaleras al subir alguien con rapidez lo hicieron reaccionar, pudo escuchar el grito de su amigo llamándolo, al salir de la habitación que estaba pintado se encontró a su amigo Gerald junto con su novia Phoebe, los dos muy feliz lo tomaron de los hombros le dijeron con una gran sonrisa.

-Helga ha despertado y su madre nos da permiso de ir a verla!!!!

Arnold no lo podía creer sus ojos estaba abiertos como platos, la euforia y felicidad fue tanta que sus piernas lo traicionaron, haciendo que callera a suelo, sus familiares y amigos se preocuparon al inicio, pero al ver que su cara mostraba felicidad sus amigos lo abrasaron y brotaron unas cuantas lágrimas.

-Bueno basta de drama tenemos que ir a ver a Helga antes de que la familia Pataki se arrepienta de dejarnos verla- dijo Gerald mientras le quitaba los lentes a su novia para limpiarlos ya que se habían empañado, Arnold al reaccionar solo voltio a ver a su abuelo y padre que solo con señales le indicaron que podía irse, el niño cabeza de balón se levantó del piso y corrió a su habitación, les dijo a sus amigos que los vería en la parada que tenía que ir por algo.

Una vez en su cuarto rápidamente se cambió la ropa llena de pintura y polvo por su camisa roja y suéter azul, se peina, perfuma y acomoda su ropa, el corazón le latía muy rápido al fin podrá ver a Helga, podrá escuchar su voz, podrán hablar de lo que siente uno por el otro, ya para salir Arnold abrió su mesita y saco los collares que la hija del rey de los ojos verdes les dieron como agradecimiento, pero en eso la sensación de que algo faltaba regreso, la misma que sintió cuando Helga se fue en el helicóptero, no sabía porque ese sentimiento de que falta una pieza del rompecabeza hacía sentirlo más nervioso, por lo que se dio una bofetada para calmarse y salió de su habitación, cuando salía vio a su madre y rápido intento explicarle la buena noticia pero vio que Gerald lo estaba llamando al teléfono y salió corriendo.

Ya en el hospital se dirigen a la enfermera preguntado por Helga G Pataki, pero se encontraron con la madre de Helga antes de escuchar el número de habitación, los niños se sentían muy nerviosos Arnold por romper su promesa, Phoebe por decirle la dirección del hospital y Gerald... bueno el... se sentía que nada más estaba por el chisme, por suerte la señora Pataki no se puso agresiva y les dio el número, pero antes de que pudiera decir otra palabra los niños ya estaba esperando en ell ascensor.

Un recuerdo de amor olvidado (Helga Y Arnold)Where stories live. Discover now