Dedicarse a lo que uno ama nunca fue fácil, menos a principios de los 70s, donde Mia Leone , una escritora principiante y soñadora conoce a Robert De Niro, un apasionado actor que sueña con ver su nombre junto a las grandes estrellas de cine en la p...
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-¿Si?, ¿De verdad querías escucharme leer?- Pregunto con los labios rojos y mejillas sonrojadas, olvidándome de mi enojo y la causa de el.
El sonríe torpemente, haciendo que sus ojos se arruguen y sus mejillas se vean pellizcadas, -Si... Realmente quería-.
Dios no puedo enojarme con él.
-Bueno, esta bien, lo entendí-.
-¿Segura?, porque honestamente no sabia que tomaría tanto tiempo, y le dije que necesitaba estar en un lugar a las siete y...-.
-Robert- Solté una carcajada. -Estamos bien ¿Si?-.
Relaja los hombros y hay una pequeña pausa entre nosotros, él solo me mira y yo me río un poco, no me siento incomoda, y el ahora tampoco, antes de preguntarle "que estás mirando" me mira suavemente a los ojos y hace una mirada ligera a mis labios, y subir de nuevo hacia mis ojos para decir: -Esta bien...-.
Empiezo a caminar de nuevo y el queda un poco atrás, hasta que me alcanza y se pega a mi lado. -Déjame compensarte, déjame invitarte a cenar- Dice emocionado. -¿Ya comiste?-.
-No- miento. -No lo hice-. Bueno en realidad, no comí mucho. Podía comer algo de nuevo.
-¿Te gusta la comida China?, conozco un lugar en Chinatown-.
Mis ojos se voltean a verlo, es realmente muy lindo.
-Si, me gusta la idea, vamos-.
-Genial, vamos por ahí-. Luego el se ríe, mi vientre se siente extraño, una sensación cálida, emocionada y anticipatoria, como si las chispas zumbaran y se precipitaran por todo mi cuerpo.
Mientras caminamos le menciono sobre el comercial que vi esta tarde. El solo dice -No puedo creer que viste eso-. con una mirada tierna.
Tomamos té verde y pronto le pide a la camarera una taza de café negro. Ya había terminado de comer, una especie de arroz con pollo la naranja. Es bastante hábil con los palillos.
Yo tome una sopa con un vaso de agua, me calmó bastante.
-Eso es asqueroso- bromeo, refiriéndome al café -¿Como podes tomarlo sin azúcar? te daría el mismo efecto-.
-No, tengo una teoría- Se ríe. -La crema o el azúcar no hacen el mismo efecto, la cafeína se toma sola, es la única manera- Dice para tomar un sorbo de café.
-Esta bien- le digo con un giro juguetón en mis ojos. -Lo que digas, bicho raro-.
Reímos otra vez, hoy estuve triste por su ausencia y recién lo conozco, que sola estoy, pensé.
