❝Either you bleed with me or you bleed for me...
That's your choice. Either way, it'll be a scream baby! ❞
Donde Lyds Greystone se enamora del nerd compañero de cuarto de su mejor amigo.
Suena tan simple como parece, excepto que no lo es. Ethan Land...
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BLEED WITH ME — CAPÍTULO DIECINUEVE ( Un vínculo muy especial... )
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— ¿Así que hicisteis esto como una especie de familia jodida?
— ¡Ding ding ding ding ding! ¡Por fin lo está entendiendo!
La habitación en la que estaba Lyds Greystone era un caos. Su corazón no se había ralentizado desde la revelación de Ethan y cada segundo que pasaba lo sentía latir un poco más fuerte, amenazando con arrancarse de su pecho. Ese era el efecto que Ethan siempre había tenido en ella, pero nunca antes había sido tan mortal.
Y él tampoco.
La sostuvo contra él, su cuchillo saltando de su garganta para acuchillar el brazo de Sam y volver a casa una vez más. Ella había tenido la más mínima oportunidad de huir, de escapar y quedarse con sus amigos, pero de algún modo no la había aprovechado. En lugar de eso, se quedó encapsulada entre sus brazos, como siempre había hecho.
Tal vez fue el consuelo de las lágrimas, o nació del terror de su cuchillo tan cerca de ella, Lyds no habría sido capaz de explicarlo si lo hubiera intentado. Pero Ethan lo sabía aún más: ella le quería, le seguía queriendo, joder.
E incluso con su cuchillo cortando la primera capa de la piel de su cuello, ella no lo dejaría, nunca de verdad.
— ¡Déjenlos en paz!— gritó Lyds, suplicando a Quinn que la dejara en paz mientras acorralaba a sus amigas junto a una de las muchas vitrinas. — ¡Te lo suplico!
— ¡No fue hasta que vimos esa foto de lo que le habías hecho que supe que tenías que morir! Tenías que ser castigada. — Bailey se retorció sobre Sam: — Junto con cualquiera que se interponga en nuestro camino.
— Ahí está... — Quinn sonrió satisfecha, viendo finalmente la muerte en la mirada de Sam. — Ahí está la maldita asesina.
— Muy buen trabajo de paternidad por cierto — Tara bromeó.
