†Capitulo 132† Un pequeño desvío

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Al amanecer, Coraline palpo las cenizas de la fogata, y bostezo a la espera de que los demás despertarán.

A pesar de que el relato contado por aquel sujeto fue algo largo y melancólico, no les había supuesto ningún problema.

~Confiar demasiado en alguien al que hace poco era un rival mas, no me gusta nada en lo absoluto~.
Arrastró los pies hasta llegar con su hermano Demian.

Y comenzó a pintarle la cara.

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-¿E,enserio?..yo, yo opino que es demasiado, muchas gracias por hacerme entrar en razón...pero no es necesario que me acompañen-.
Columbus estaba nervioso, la propuesta de aquellos jóvenes por acompañarlo hasta que encontrará lo que buscaba, fue algo que no se esperaba.
-Incluso, ¿Que no tenían una misión que completar?-.

Los Titanes se miraron seriamente, antes de sonreír de manera amable.

-Yo sere quién lo diga, a vista de que soy la única a la que le falta el tacto para este tipo de temas...Veras,
al parecer toda una nación y a saber cuántos mas estaran sufriendo una pesadilla...mientras que nuestro objetivo en este viaje era salvar a un solo hombre y a sus amigos-.

-..A lo que mi hermana quiere llegar-.
Compenso Evansz.
-Es que hay mayor prioridad en tu causa,..y sería una lastima que nunca regresarás a tus tierras-.

-...Bueno, gra, gracias...pero no creo que sea necesario, me eh vuelto muy fuerte gracias a que las células de mi cuerpo fueron mejoradas, jajaja...
creo que podre cuidarme por mi mismo-.

-No, es muy malo que seas tan orgulloso, Columbus-.
Saharam se acercó a el y palpo su hombro de manera amistosa.
-Por favor acepta nuestra ayuda, si los de la nación imperial crearon ese virus como nos has dicho, es probable que necesites ayuda extra para conseguir lo que necesitas-.

No falto nada más para convencerlo,
el comandante sonrió y le agradeció a Dios en silencio por la suerte que tuvo al toparse a esos guerreros tan excepcionales.

-Muy bien, pero si en cualquier momento la situación empeora, no quiero que hagan nada más por mi,
salven sus propias vidas, que suficientes amigos han muerto porque yo siga respirando-.

Columbus agachó la cabeza con tristeza,...ese fue un recuerdo doloroso.

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Lejos de ahí....

Un escuadrón de reconocimiento formado meramente por más de veinte guerreros imperiales, hacían su ya tan común rondín por las cercanías de su fortaleza.

Hacía días que el ataque de las bestias había cesado, porque la mayoría había muerto a causa de un mal peor.

Un monstruo...un demonio...una abominación.

Cualquiera que fuese aquella criatura, había llenado de terror a todos cuánto escucharán de ella, gracias a los escasos sobrevivientes de su masacre.

Consumía la carne y disfrutaba de drenar la sangre, no dejaba más que los huesos, en un ataque tan atroz cómo limpios.

"-No le gustan los ruidos fuertes... que lloren le provoca molestias fuertes y despedaza sin piedad a todos alrededor antes de sorberlos y escupir los huesos-".

Había informado un comerciante, muchas caravanas habían planeado ingresar al territorio de la nación.

Sin embargo, debido a que los humanos imperiales estaban a punto de comenzar con sus planes principales.

Tan solo recibían a los dignos,
cosa que muchos refugiados temían, gracias a que por ello debían regresar sobre sus pasos, o arriesgarse a que los volvieran esclavos.

-¡Silencio!-.
Ordenó un teniente, a la parar que registraba el suelo para ver las tenebrosas marcas de una bestia en el lugar.

Garras siendo arrastradas hasta los árboles mas altos, donde podían entreverse rastros de sangre.

-Tigres Kraw...-.
Susurró en cuanto un cráneo de bestia cayo al suelo, y todo su escuadrón pudo reconocer a lo que alguna vez fue uno de los depredadores mas peligrosos en el bosque Sain.

-Incluso los monstruos que se decían habitaban aquí, han huido sin más...
¿Quien mas que un demonio podría lograr algo haci?-.
Dijo un soldado antes de avanzar hacia los restos, y plasmar un pergamino de runas que grabó tal imagen.

-Rayos, esperemos que no nos topemos con esa cosa...realmente, creo que seria inútil seguir con estas misiones de reconocimiento-.
El teniente suspiro con angustia, la fortaleza en esa zona estaba llena tanto de soldados del imperio, cómo de ciudadanos inocentes que formaban parte de un nuevo proyecto de expansión.

La presencia de la abominación creada por el Dios Grantiusz, si que era una gran traba para sus planes.

Por lo que un grupo de aprendices"Elitezards" había sido enviado para controlar tal situación junto a su maestro.

...Lamentablemente, esto no había servido más que para que perdieran a cinco de los nueve integrantes de este grupo...

Los Elitezards, eran un círculo importante dentro de la rama del poder militar de la nación imperial.

Ya que estaba conformada por los mejores guerreros de elite con capacidades mágicas.

No todos los aspirantes llegaban a graduarse, ya que antes de eso era más probable que murieran en una misión similar a la de aquellos jóvenes.

-...Si esos aprendices no pudieron contra ese monstruo...-.
El soldado hizo una pausa larga,..
gracias a que un silencio sepulcral se hizo presente, antes de que una brisa fuese acompañada de un rugido lejano.
-Mucho menos nosotros, tan solo pertenecemos a la infantería de reconocimiento-.

Sus compañeros se limitaron a ignorarlo, tratando de que tal afirmación no afectara tanto su moral.

-Adelante...volvamos con cuidado, esa cosa esta cada vez mas cerca de la fortaleza-.
Ordeno el teniente.



★Aqui termina la primera parte de †Titanes†..Sendero primigenio..★

★Te invito a leer mis demás historias, y dejarme un mensaje con tu opinión sobre esta obra literaria ⊙⁠﹏⁠⊙★

★Sin maa que decir, muchas gracias por leer★

Sendero Primigenio #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora