Capítulo 2.

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Perdón si ven que este capitulo esta volviendo a ser publicado. Mientras lo leía me di cuenta de varios errores de borradores anteriores.

Ahora si lean.

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Razón 2: Personalidad.

—¡Puedes irte a la mierda, Osamu!

Ahí vamos de nuevo. Dazai cubrió sus oídos, hastiado. No era algo raro ser el objetivo de insultos del pelirrojo. Más cuando, según era su culpa, ¿Cómo iba a saber el que aquellos papeles eran su trabajo de economía?

En primer lugar, quien dejaría papeles "importantes" en la mesa del comedor, donde cualquiera podría derramar algo o confundirlo con basura.

—¿Estás escuchándome, bastardo? —preguntó, agarrándolo del cuello de su camisa para acercarlo a él.

—La pregunta sonaría mejor; ¿Qué persona de este edificio no te escucha, Chibi? —Esbozo una sonrisa socarrona, generando un mayor enojo en Chuuya.

—¡Eres realmente insufrible! ¡Una semana entera tardé en hacer ese trabajo!

Chuuya se agarraba de la cabeza con una frustración notoria. Minutos más tarde, Chuuya cayó rendido en el sofá, desparramado sobre este se cubrió los ojos.

Tal vez, solo tal vez, Dazai se sintió un poco culpable. Con lentitud, se acercó al sofá y tratando de no estar al alcance de los golpes de Chuuya se sentó.

—Ah, lo siento Chuuya.

—... tus disculpas no traerán de nuevo a mi trabajo que debo entregar mañana a primera hora —dijo finalmente tras unos minutos cuestionando si golpearlo o largarse a llorar.

Dazai no dijo nada, él no solía hacer los trabajos extras, no lo necesitaba y le causaba pereza hacerlo, porque sabía que en su nota final tendría un sobresaliente. Pero para Chuuya, que desde que tiene recuerda siempre fue autoexigente y perfeccionista, cualquier trabajo extra significaba estar un paso adelante.

Era algo que detestaba de la personalidad de Chuuya. Y como era algo probable, el pelirrojo le pidió que se marchará e hizo eso sin rechistar. Mientras bajaba las escaleras, la culpa era palpable y era una sensación molesta.

Miró su reloj y eran las 23:00 pm del domingo. Entonces, decidió esperar a que ese enano pelirrojo se durmiera. Sentado en unos escalones, miraba pasar la hora lentamente y eso le causaba sueño.

Era una persona con el sueño bastante irregular, pero esperar a que ese perchero andante se durmiera, le generaba el sueño que ni el whisky le producía.

Cuando el reloj marcó las 01:00 am se agachó a la altura de la cerradura y de su billetera sacó una horquilla y segundos después la puerta estaba abierta.

—Bien... ahora tocará hacer un trabajo de una semana en una noche —se dio ánimos y caminó con cuidado hacia la habitación del pelirrojo.

Osamu conocía perfectamente a Chuuya y sabía lo organizado y meticuloso que era. Con el cuidado debido, agarro la Tablet de Chuuya donde sabía que estaban todos los horarios y planificaciones de la universidad.

7 Razones Por Las Cuales Odio A Chuuya. || Soukoku.Where stories live. Discover now