Capítulo 5.

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Razón 5. Chuuya me ignora.

El día era precioso, ¿cómo no iba a serlo? El cielo estaba despejado y la brillante luz del sol le proporcionaba vitamina D (pobres team invierno) y Atsushi estaba maravillado con el buen tiempo, le encantaban los días así, llenos de luz, calor y buena energía.

Aunque su mentor parecía tener una nube extraordinariamente oscura sobre él y cualquiera que se le acercara sufría las consecuencias de su mal humor.

Y después de ver cómo el pobre Akutagawa había fracasado en su misión de animar al mayor de los dos, se ofreció como tributo para intentarlo:

—Dazai-san, ¿va todo bien? — preguntó un poco avergonzado, reprendiéndose mentalmente por su tonta pregunta, mientras observaba los fríos ojos que caían sobre él—. Es un día maravilloso, ¿no crees?

Lanzó una rápida mirada al pelinegro que seguía quejándose por no poder ayudar a su mentor. Ah... entonces tendrá que arreglárselas solo.

—¿Qué tiene eso de bueno? —preguntó con rudeza, al ver la mueca de su pupilo.

—Dazai-san, hace buen tiempo y quizá deberíamos ir a tomar un helado o algo así, ¿no crees, Akutagawa? —Vio como su compañero asentía, acercándose lentamente.

—¿Es por Chuuya-san?

Preguntó Akutagawa de repente, los ojos de Dazai se abrieron de par en par, y Atsushi juró que nunca había visto unos ojos tan fríos y sombríos como los de su mentor en aquel momento.

—Odio el calor, vamos a tomar un helado —dijo Dazai, con un notable cambio de personalidad.

Atsushi rompió a sudar frío; después de todo, no estaba acostumbrado al bipolarismo que padecía su mentor. Y dejando caer la mirada hacia su compañero, notó el nerviosismo enmascarado que surgía en su interior, agradeció ser tan perceptible.

Mientras Dazai pagaba el helado —porque, según dijo, quería ser un buen mentor y amigo—, Atsushi dirigió una mirada muy poco disimulada a su mentor, acabando con la paciencia de Akutagawa, que dio unos golpecitos con los dedos en la frente del albino.

—¿Qué te pasa? Eso no es llevarse bien, Aku —regañó al mayor, haciendo un mohín con los labios.

—No me llames así o haré que te atragantes con helado —le amenazó con su característica mirada fría—. Y deja de acosar a Dazai-san

Atsushi suspiró, cansado y acostumbrado a tales amenazas.

—Entonces, ¿qué hay de Chuuya-san y Dazai-san? —preguntó con curiosidad, cruzando los brazos sobre la mesa.

—No seas cotilla, es su problema, no el nuestro —respondió, apartando la mirada.

Y por supuesto Atsushi no se rindió hasta que agotó la paciencia de Ryonosuke y decidió hablar:

—Desde la última cita que no tuvo, pero él dijo que sí, la chica estaba furiosa por semejante rechazo; y Chuuya-san lo ignora y pasa cada segundo libre con el novio que tiene —se apresuró a explicar.

—¿Por qué Chuuya-san lo ignorará por esa razón? —preguntó Atsushi. Akutagawa se encogió de hombros y, como curioso que era, insistió en la pregunta—. Dazai-san siempre ha sido un mujeriego, no veo la lógica del asunto.

—Tú tampoco eres lógico, siempre te dejas llevar por tus sentimientos, es asqueroso —le soltó el azabache, tosiendo un poco.

El albino frunció el ceño, ofendido. No había nada de malo en emocionarse de vez en cuando, ¿verdad?

7 Razones Por Las Cuales Odio A Chuuya. || Soukoku.Where stories live. Discover now