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Ojalá mi vida fuera un cliché, pero no, lamentablemente soy una simple adolescente aburrida de ir cada día a clases, levantándose a las 7:30 de la mañana y de por si llego tarde como de costumbre , con más ojeras que un mapache pero con una larga vida por delante, aunque siendo sincera , sin ganas de vivirla.

Que pereza.

Y así era mi día a día , hasta que comencé la universidad, ¿que cosas no? , la vida da unas vueltas más rápidas y repugnantes que una montaña rusa. Y no, no me enamoré del típico chico popular para que este me hiciera suya en un departamento de New York solo por sentir que yo era diferente, porque claramente no lo soy.

Les dije que mi vida no era un cliché.

Un gusto , mi nombre es Ava Scott y básicamente les contaré como después de varios problemas emocionales y sentimentales en mi vida empezó lo que los jóvenes llaman "glow up". Porque valla que si cambiaron las
cosas.

Los invito a sumergirse en una realidad contada por mi, a vivir un romance delirante y una amistad de verdad, donde dejamos de lado las perfecciones y nos centramos sólo en vivir la adolescencia sin pintarla de colores pastel.

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cuéntame Ava—me miró ahora atenta mientras me veía fumar con una fea expresión en su rostro—¿porqué estás aquí?

—no lo sé—le dije sin mirarla disfrutando de cada calada que le daba al cigarro—mi mejor amiga me obligó a venir , dijo que me ayudarías pero dudo mucho que lo hagas.

—Jade tiene razón, necesitas ayuda—se levantó de su asiento—y para empezar, debes dejar eso—dijo quitándome el cigarro—

—eres mi psicóloga, no mi madre—gruñí cruzada de brazos—

—tú madre también te quita el cigarro y tampoco la oyes—me regañó una vez más—

—bien, si lo único que harás es reprocharme por todo mejor me voy—dije dispuesta a hacerlo pero ella me detuvo—

—hablémos del sábado 17 de septiembre del año pasado—formuló dominante y la miré mal—

—no quiero hablar de eso—rasqué mi cabeza sintiendo nuevamente la ansiedad invadir mi cuerpo, necesito fumar—

—primera sesión, los traumas del pasado—dijo ella sonriente—no fumarás en ninguna de mis consultas. Acuéstate y háblame de aquel día que te rechazaron y cuéntame como tú mejor amiga te traicionó y caíste en depresión creándote esta ansiedad y ahora vicio de fumar.

—¿segura que esto me hará sentir mejor?—pregunté dudosa—

—ya me lo dirás tú en unas semanas—dijo y me recosté comenzando a relatar mi pasado—

The smoke of your kissesWhere stories live. Discover now