The smoke of your kisses

7

—Ava, cuánto tiempo sin verte—dijo tomando asiento frente a mi—

—si, ha pasado un tiempo—dije sintiendo las ganas de llorar apoderarse de mi nuevamente—

—puedes llorar si quieres—dijo y eso hice—

—estoy muy mal—dije entre lágrimas—esta vez, siento que voy a morir, no puedo vivir sin el.

—Ava, las rupturas duelen, y duelen mucho, pero aun tienes a tus amigas y a la gente que te quiere—dijo tomando asiento esta vez a mi lado para acariciarme y yo posé mi cabeza en su hombro llorando como nunca—¿te sientes dañada como cuando pasó lo de John?

—no, en realidad siento como si todo lo que viví fue tan bueno y me sentí tan bien, que es imposible dejarlo ir, es tan contradictorio porque me siento mal, pero me siento mal porque por una vez en mi vida fui feliz y me acostumbré a eso, ahora ya no puedo cambiarlo.

—él lo es todo, lo era todo, duele demasiado no poder estar junto a él , quiero correr a sus brazos y decirle cuánto lo quiero de vuelta. Pero las cosas ya no estaban saliendo bien..

—aveces hay que luchar por la persona que amas aunque de eso dependa que existan muchos problemas de por medio—dijo murándome a los ojos—

—el problema no era el luchar, yo estaba dispuesta a todo por él, los problemas no se iban a solucionar nunca...

—porque el verdadero problema...era él.

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—¿algodón de azúcar o chocolate?—me pregunto sonriente—

—mmmh, tocará algodón de azúcar—dije sobre su espalda—

Pidió un algodón de azúcar para mi y unos chocolates para él , los cuales prácticamente me comí yo. Estaba en su espalda nuevamente , esto es cómodo, habíamos perdido de vista a Matt y estábamos solo nosotros.

Me estaba gustando esto...no era...incómodo.

—¿que quieres hacer ahora?—pregunto agarrando mis manos para apartarlas un poco de su cuello dándole más aire—

—estoy bien aquí, pero me gustaría ver el atardecer...tal vez en la playa—dije haciéndome idea en mi cabeza—Pero no podemos dejar a Matt aquí tirado.

—oye, la universidad no está muy lejos de aquí, puede caminar, vamos, escapémonos un rato solo nosotros—dijo haciendo erizar mi piel—

—mientras no me violes, está bien por mi.

—no te prometo nada—dijo riendo y yo lo miré mal—

(...)

—es hermoso—dije viendo el mar del mismo color del cielo al estar cayendo el atardecer—

—se me parece a alguien—dijo viéndome—

—estás muy raro hoy—dije—ni siquiera me conoces, ¿por qué haces esto por mi?

—me agradas, nunca me caíste mal, a pesar de que me pegabas una torta cada vez que me veías—dijo y reímos—

—me empezaste a agradar justo hoy, pensé que eras un superficial cualquiera, como los demás.

—soy más de lo que aparento—dijo mirando mis labios y giré mi cabeza hacia otro lado—

Mordí mi labio inferior de los nervios, ¿que pretende con esta conversación, hacernos amigos, enamorarme o volverme loca? Mire nuevamente el cielo y luego fijé mi mirada en el justo como hace 5 minutos.