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—Uh, am...perdón señor—formulé con mi corazón latiendo 3 veces por segundo—disculpe...mi alarma no sonó y...—me ví interrumpida por el profesor—

—Señorita Scott ¿no?—bajó sus lentes para observarme mejor y asentí levemente—ya me han dicho sobre usted, tome asiento.

Meter la pata el primer día, típico de ti Ava , vas bien , te tienen fichada.

Recorrí el salón enorme con la mirada intentando encontrar a mi amiga , la visualicé al levantar la mano haciendo seña al percatarse de que la estaba buscando.

Cuánto la amo.

Me vió con su mirada asesina y yo trague fuertemente porque sabía lo que me diría. Me llamó veinte veces esta mañana para que despertara , llamadas las cuales colgué porque no quería venir a clases, debe estar rabiosa.

—TE LLAMÉ MIL...—gritó en un susurro pero la corte rápidamente—

—lo sé ,perdóname , estaba exhausta

—¿fumaste toda la noche no?—me dijo molesta, no le gusta que lo haga—

—No Jade, ¿como crees?—desvíe la mirada—

—"¿cómo crees? ¿cómo crees?"—me imitó con voz chillona—¡te conozco estúpida!—me jaló de las orejas haciéndome quejar del dolor—

—!YA! , si lo hice , no puedo evitarlo , viene conmigo—dije acariciando la zona donde me agredió—

—No Ava , no viene contigo, viene con la ansiedad, haz otras cosas, ¡TODO MENOS FUMAR CARAJOS!—dijo enojada—

Sonó el timbre y recogí mis cosas para dirigirme al baño encerrándome ahí para encender un cigarro , estaba prohibido fumar en la universidad pero no puedo evitarlo, lo necesito cada minuto.

Salí del baño encontrándome con Lorena, de mis amigas la mas responsable, con decirles que si a una de nosotras le pasa algo a ella le da una taquicardia repentina, es la madre del grupo.

Oh oh, se huelen problemas por aquí.

—L-lorena—dije tosiendo y ella me pegó en la cabeza—¡oye!

—¿que haces ahí?—me miro con la expresión más aterradora que ojos humanos hayan visto—

Creí que iba a morir.

—dame eso—me dijo refiriéndose a la caja de cigarros a lo cual negué—

—no puedo , enserio , he intentado dejar de fumar pero no puedo—dije preocupada y ella suspiró—

—¿y la psicóloga? creí que te iba bien con ella

—bueno, son cuatro semanas y no he notado cambio alguno, me siento peor. Me acuerdo de John , fumo, me acuerdo de Angelina , fumo

—oye debes superar eso, te hizo daño pero eres Ava , puedes con eso—dijo poniendo sus manos en mis hombros dándome una leve sonrisa—

—pues por primera vez en mi vida siento que no puedo con nada—dije y me alejé de ella—

Caminé por los largos pasillos sintiéndome mal , debo dejar todo más atrás de lo que ya está o me volveré loca.

Bueno, más loca no me volveré.

Perdida en mis pensamientos noté como mi hombro chocó con alguien, miré hacia atrás viendo al chico menos interesante que veré en toda mi vida seguramente.

Obvio tenía tatuajes como todos los imbeciles de 18 años , vestía un pantalón ancho negro con una camisa del mismo color y encima de estos una chaqueta garabateada con un montón de cosas en inglés.

The smoke of your kissesWhere stories live. Discover now