Bbangsaz -【Nocivo】

０１６

Pasaron semanas en ese plan, Hanni a pesar de enterarse de la actual novia de la mayor, aún la buscaba por todos lados.

Ahora le aceptaba a Jae el ir hasta su casa, todos los días, con tal de espíar un poco a Minji.

Por otro lado, la mayor sentía que moría cada vez más al no poder explicar todo lo de Kang Haerin hacia Hanni.

Se había enterado que la adolescente pasó días en cama, deprimida, luego de aquella escena donde Minji admitía haber estado saliendo con la chica Kang.

Y todas las noches pensaba en ella, en sus pequeñas caricias, su ipnotizante aroma, su manera de vestir y sus besos torpes pero a la vez dulces.

Estaba loca, Kim Minji lo había aceptado, pero estaba loca por aquella adolescente de 14 años, demasiado.

Otra noche más, donde una Hanni se acurrucaba sobre su cama, entre cosas que le recordaban a Minji, como aquel peluche de conejo que le había regalado hace tiempo, o aquel suéter que usaba Minji, y se había impregnado su aroma.

Tenía aquel suéter entre sus cosas porque una vez había llovido demasiado fuerte mientras llegaba al estacionamiento a encontrar a Minji, cuando la mayor vió a Hanni completamente empapada se preocupó y se arrepintió de no haber pensado en eso, se quitó el suéter que llevaba y se lo entregó a Hanni para que se lo coloque y la mantenga algo caliente, mientras esperaban a que la lluvia pare e iban compartiendo juntas.

Aquella noche fue la mejor para la pequeña adolescente, debido a que la lluvia había durado bastante tiempo.

Fue la noche donde Minji llamó a la madre de la menor y le preguntó si Hanni se podría quedar a dormir en su casa, que harían pijamada junto con Jae y que además el día siguiente era día libre ya que ninguno de ellos tres tenían colegio.

La señora Pham aceptó sin problema, cofiando en Minji y de que su hija sería bien atendida.

Nunca había compartido tanto tiempo con su mayor, incluso habían dormido abrazadas completamente, cosa que Hanni no disfrutó mucho, ya que prefería gastar su tiempo con Minji despierta que dormida.

Pero de todas maneras lo que más disfrutó al abrir los ojos luego de una buena siesta fue encontrar el rostro de Minji dormido, en total relajación, mientras sentía su respiración y no la dejaba de abrazar.

Disfrutó todo como nunca, claro que al día siguiente las dos estaban con resfriado pero cayó aún más enamorada de lo que ya estaba por la mayor, debido a lo mucho que se había preocupado por ella esa noche.

Solamente ocurría con Minji, solo se sentía amada con Minji y solo tenía ojos para Minji.

Su mundo era Minji y Minji.

Extrañaba más que nada las noches acurrucada con su mayor, mientras hablaban de cosas triviales y se repartían caricias y besos mutuamente.