Lo prohibido

Un cambio.

19 AÑOS DESPUÉS: NARRA IZAN

- Papa ya te he dicho que hablaremos en casa, tranquilizate, este puente no estaré en casa asique hablamos cuando vuelva - digo serio, siempre igual.

- Esta bien - dice mi padre calmando sus nervios... y menos mal porque se pone insoportable.

Creo que la mudanza no le ha servido de mucho, esta demasiado estresado necesita unas vacaciones urgentes. Sin embargo a mi me ha venido de maravilla, nuevas calles que recorrer con mi moto, nuevas chicas a las que llevar a mi cama... es todo maravilloso.

Entro a la fiesta del muelle donde el ambiente es ahogante, la multitud se agolpa, unos beben, otros fuman, otros se drogan mientras que otros... no lo queráis saber.

Me acerco a paso descuidado hasta Rodrí mi amigo desde pequeños, somos como hermanos... esos hermanos que nunca tuve porque mama murió y ni siquiera la conocí, ni si quiera la he visto en una foto.

- Que pasa broh como andas?- dice Rodrí mientras me abraza como siempre a lo que yo le correspondo el abrazo.

- Buena fiesta no crees? - digo separándome para encenderme un cigarro y echarme una copa de ron con cocacola.

- Sí... has visto las mujeres que hay por aquí? - dice arqueando sus cejas picaron mientras observa el entorno lleno de mujeres en poca ropa.

- Aún no, pero poco falta - digo con una sonrisa fugaz.

La fiesta pasa rápido demasiado diría yo,conocemos a muchas chicas, demasiadas, estas esperan algo mas pero hoy no será su día... hoy no tendrán suerte.Nosotros bebemos y fumamos hasta que la multitud se agolpa creando un círculo donde algún individuo se pelea.

Me acerco curioso al circulo que se ha formado cuando veo a una chica rubia pegar puñetazos por doquier a otra chica mientras una tercera se incluye en la pelea... increíble, salvajes.

A los pocos segundos una castaña coge a la última que se incorporo a la pelea para empezar a golpearla sin control. Las sirenas se oyen cuando todo el mundo sale corriendo yo incluido, cuando voy a montar en mi moto veo a la castaña de la pelea mirando a todos los lados intentando huir. La miro hasta que nuestras miradas se cruzan...

- Sube - digo serio mirándola esperando a que lo haga rapido.

- Porque debería de hacerlo eh! - dice con una sonrisa egocéntrica. Estupendo... pienso.

- Esta bien - digo para arrancar la moto y pegar el primer acelerón cuando escucho esa voz.

- Sácame de aquí joder - dice corriendo detrás de mi moto a lo que yo me rio.

La castaña se sube en mi moto y aceleró a fondo para salir de los muelles antes de que la policía nos vea. Las sirenas se dejan de oír asique estamos a salvo. Nadie dice nada asique intento crear una conversacion.

- Donde esta tu casa? - digo serio mientras sigo conduciendo.

- En la avenida del paraíso número 67 - dice rápidamente a lo que yo solo asiento aunque no me vea y conduzco hasta allí a toda velocidad.

Al llegar oigo como la chica coge aire y se baja a paso lento de la moto para empezar a colocar su pelo despeinado por la velocidad. Creo que quiere parecer algo decente en casa. La puerta principal se abre dejándome ver a una mujer de unos 40 años muy enfadada.

- Samanta Roswell... son las 6 de la mañana! Te parece bien llegar a esta hora con 17 años? - dice acercandose a nosotros a paso firme.

- Lo siento mama - dice la chica agachado la cabeza con una sonrisa que demuestra que lo volverá a hacer.

- No hay lo siento que valga, y quien es este jovencito - dice ahora mirandome a mi con su ceño fruncido.

- Izan, Izan Rodríguez - digo aun desde mi moto a lo que veo como ella frunce su ceño y me observa unos segundos para después negar con su cabeza y coger a su hija para hacerla entrar en casa.

Encima de que salvo a su hija de una buena me mira extraña? Venga va nota mental " No volveré a ayudar a nadie". Vuelvo a la casa de Rodrí donde también está Nach otro colega. Nos tomamos unas birras para después dormidos en el sofá como podemos.

A la mañana siguiente me levanto con un dolor de cabeza interesante, me ducho, desayuno y acompañó a Rodrí al centro comercial para comprarse un par de cosas. Despues de que se haya comprado media tienda de gorras caminamos tranquilos por los grandes pasillos del centro comercial. Veo como Rodrí de repente clava su mirada hacia un lado en especial.

Una rubia y una castaña están tiradas en el suelo riéndose a carcajadas mientras que caen y en broma empiezan una pelea de gatas. Rodrí fija su mirada en la castaña.

- Te gusta eh - digo picaron mientras le doy un codazo para llamar su atencion.

- Bastante hermano, no está nada mal - dice riéndose a carcajadas llamando la atención de las dos chicas que están en el suelo.

Ellas se levantan rápidamente del suelo y cuando nos miran clavo mi mirada en la castaña... es la misma de anoche. Su mirada también se clava en mi y a paso decidido se acerca con su amiga la rubia hasta pararse enfrente de nosotros.

- Ey gracias por traerme anoche y siento lo de mi madre - dice riendo - Te debo una - termina de decir con una sonrisa.

- No hay de que - digo serio sin mostrar ningún tipo de felicidad.

- Ey eres un poco borde tío,anda que te cuesta sonreír - dice la rubia mirandome mal, juro que me quiere sacar los ojos y ahora que me fijo en ella no está nada mal... su pelo largo y rubio,sus ojos marrones verdosos... interesante.

Despues de escanear a la rubia me doy la vuelta con aires superiores y a paso descuidado comienzo a caminar alejandome de ellas. Rodri se sitúa a mi lado esbozando una sonrisa arrogante, este tío es increíble.

- Que gatitas... la castaña esta bien.. - dice Rodrí golpeándome con el codo.

- Sí tu lo dices... - digo mientras lo ignoro, si no se pondrá pesado y me hará volver a donde están ellas.

La tarde nos la pasamos en el parque fumando y bebiendo unas birras. Rodrí se pasa toda la tarde poniéndome la cabeza como un bombo... castaña para acá... castaña para allá... Que insoportable.Un grupo de tres chicas más bien borrachas que serenas se sientan en un banco formando escándalo, las carcajadas inundan el silencio del lugar.

Rodrí me mira con una sonrisa cuando veo que se levanta y ha paso decidido se acerca a ellas, a medio camino se para y me mira para que le siga... y así lo hago. Mi amigo se planta enfrente de ellas con una sonrisa de galán.

- Hola preciosas- dice con sonrisa picarona - Soy Rodrigo pero llamarme Rodrí - termina de decir.

- Hola soy Samanta, encantada - dice con una sonrisa la castaña que salve de una buena.

- Yo soy Cinthia - dice una morena de ojos azules de mala gana mientras fuma de su cigarro ignorandome.

- Y yo soy Que - Te - Importa Largo! - dice la rubia del centro comercial mientras saca el dedo del medio con mucha chulería a lo que yo me rio.

Esta chica si que tiene mal carácter, todo lo que tiene de bonita lo tiene de borde. Será un hueso duro de roer pero para mi... No hay nada imposible. Tenerlo claro a mi nada se me escapa de las manos... Yo soy Izan.

IMAGEN MULTIMEDIA IZAN.