𝙲𝙷𝙴𝚁𝚁𝚈 𝙻𝙾𝙻𝙻𝙸𝙿𝙾𝙿 - 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇

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[Faltas ortográficas diganme, con confianza]

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— Se negó a darte una mamada — dijo Lee Know con una sonrisa burlona — Te lo dije. Ese chico sí es difícil de tener.

— No lo creo. Caerá tarde o temprano y eso te lo
seguiré asegurando — respondió con seguridad
— Me besó y ni siquiera tuve que pedírselo.

Hyunjin le había contado a su amigo lo que había
pasado el fin de semana: que Felix había llegado la tienda a hacerse un tatuaje, para después terminar besándose y finalmente pedirle descaradamente que se vaya al no querer darle lo que quería, esto último le había parecido gracioso al castaño.

— ¿Le dijiste calienta pollas? Joder, si yo fuera
Felix te habría pateado las bolas ahí mismo — Se
burló.

— Estoy seguro de que nadie le había dicho eso -
sonrió orgulloso de su fechoría — ¿Qué esperaba? ¿Que yo le rogara y tratara como si fuese el único chico que existe?

Y en eso tenía razón. Felix estaba acostumbrado
a que todos le trataran de la mejor manera, pero
Hyunjin no estaba dispuesto a ser parte de esos chicos estúpidos.

— Como sea. Aún tienes que conseguir llevarlo a
tu cama y sobre todo, enamorarlo — le recordó —
Y con esas actitudes de patán no creo que vayas a
lograr nada, tan siquiera finge que eres bueno y
que en verdad te interesa.

— Por supuesto que puedo hacerlo — todavía
estaba seguro de que podría, tenía las ganas y
quería demostrar que podía tener a quien él
quisiera.

Sí, Felix era deseado por casi toda la universidad y muy pocos podían presumir que habían tenido algo con él, pero Hyunjin no dudaba de sus encantos para ligar. Estaba seguro de que podía meter en sus enredos al castaño, había conseguido besarlo y eso no cualquiera podía.

Después de sus clases aprovechó para buscar
por todos los pasillos del edificio a Felix, a quien
encontró solo en el salón de música.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó mientras entraba por la puerta y él levantó su cabeza para mirarlo.

— ¿Qué quieres? — aún estaba molesto por lo que le había dicho.

— ¿Cómo está tu tatuaje? — a Felix le sorprendió
aquella pregunta y pensó si él realmente estaba ahí para saber cómo se encontraba.

— Bien. Lo estoy cuidando — apartó la mirada — Y estoy esperando a alguien.

— ¿A quién?

— No te importa, Hyunjin — contestó con molestia — ¿Puedes dejarme solo?

— ¿Estás apenado o algo así porque te pedí sexo
oral? — preguntó con diversión — Ya estás grande para actuar de esa manera, Felix.

— Por supuesto que no — rodó los ojos — No te
sientas importante.

— La verdad me hubiera encantado follarte esa
noche — confesó y las mejillas del castaño se
tiñeron en un color rosado.

— ¿Qué paso con él chico caballeroso de la
discoteca? — preguntó con fastidio.

— Lo estás viendo.