𝙲𝙷𝙴𝚁𝚁𝚈 𝙻𝙾𝙻𝙻𝙸𝙿𝙾𝙿 - 𝙷𝚈𝚄𝙽𝙻𝙸𝚇

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[Faltas ortográficas diganme con confianza]

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Felix había pedido, no, más bien exigido una bolsa de gomitas de gusanitos, palomitas, nachos y un Ice de cereza lo que hizo que Hyunjin se preguntara Cómo diablos mantenía su figura si comía de esa manera, pero mientras se mantuviera así de sexy no le importaba mucho en realidad, podría seguir pagando lo que él quisiera.

Y claro, como era de esperarse Felix había elegido
la película más estúpidamente romántica que
había en toda la cartelera. Cosa que al pelinegro
le pareció una tortura, pues no eran unos jodidos
novios enamorados.

Durante toda la película él soltaba soniditos como
"awww"e incluso lloró cuando los protagonistas se separaron y sí, también lloro en el final. Hyunjin  no podía pensar más que en lo asqueado que estaba y lo estúpido que le parecia el romance, a él jamás se le iba a ver igual.

— ¿Todavía quieres ir a cenar? — preguntó ya que Felix se había terminado lo que pidió en el cine.

— La verdad es que estoy demasiado lleno
— respondió — Mejor cómprame un regalo. —
Felix estaba acostumbrado a aquello, que sus citas le compraran todo lo que él quería y además de que tenía unos padres que le consentían en todo.

— ¿Qué regalo quieres? — preguntó sin más
opción.

— Mmm —  se llevó el dedo índice en su mentón
— ¡Ya sé! Gana un peluche en la máquina para mí ¿si?

— ¿Por qué simplemente no compramos uno y ya?

— No — se negó — Gana uno para mí.

Hyunjin rodó los ojos. Era mucha exigencia de
alguien que no quería darle el maldito culo.

— Está bien — ambos se dirigieron a la máquina de peluches, metió una moneda y comenzó a mover la palanca para intentar atrapar uno.

— ¡Quiero ese! No, mejor ese. ¡Si! —
señaló el que tenía forma de osito

— ¿Por qué tienes tanta obsesión con las cerezas?
— apretó el botón para intentar atrapar el peluche.

— Por que sí. Me encantan — Contestó sin apartar  la vista de la máquina — ¡Hyunjin! ¿Por qué no lo hiciste un poco más hacia adelante?
Felix se quejó pues no había conseguido ganarse el jodido peluche, así que metió otra moneda y volvió a intentarlo. Y otra vez no lo consiguió.
— ¡Agh! No sabes cómo — se volvió a quejar —
Déjame intentarlo.

— No — se negó a perder. Una estúpida máquina no iba a hacerle quedar como todo un imbecil.

Volvió a meter una moneda, pero otra vez falló. Lo intentó dos veces más y todas fueron un fracaso.

— Esta máquina es un robo — exclamó molesto — No sirve.

Unos chicos observaban la escena desde lejos
supuesto que Felix llamó su atención, era obvio
Donde quiera que estaba siempre había alguien
que terminaba flechado con él aunque jamás
volvieran a verlo.

Los chicos se acercaron a ellos, él rubio metió
una moneda y Felix se quedó a mirar.

— ¿Cuál era el que intentaban sacar?