Capítulo 08

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Tensión.

Cuando sus labios encontraron los de la tailandesa, todo cambio, era un beso lento pero exigente, era un tipo de seducción lenta, Lisa sentía que con cada roce de sus lenguas  provocaba que  músculos que jamás había notado se contrajeran, como si su cuerpo anticipara algo más.

Ella solo esperaba hacerlo bien, porque de lo contrario moriría lentamente de vergüenza. Sus manos soltaron sus muñecas, Lisa acarició su duro pecho y hombros fuertes para reposarlas en su nuca acercándolo más a ella. Él posó sus manos en las caderas de la tailandesa pegándola contra él, mientras la otra se  deslizaba hasta su vientre de forna decidida acariciándolo un poco para luego deslizarla en dirección a sus pechos, rozándolos con sus dedos por encima de la ropa.


Lisa estaba atónita, jamás había experimentado en toda su corta vida algo que se sintiera tan bien.

¡Alejate Lalisa! ¿Qué crees que estas haciendo?

— Espera, espera —logró apartarse de él— Yo no... yo no puedo...—su respiración entrecortada la delataba y condenaba, él colocó su frente contra la suya— No puedo hacer esto.

— ¿Por qué? sé que tú también lo deseas Lisa, ¿Por qué no dejarnos llevar y acabar con esta tensión sexual entre nosotros?

— Porque eso implicaría todo, yo no... no puedo, lo siento —dijo mientras se apartaba y comenzaba a arreglar su vestido.

— Está bien, será a tu manera, pero no entiendo tu aversión ante ello —la miró acusador y ella sólo desvió la mirada.

— Simplemente prefiero mantener las cosas separadas, si nos involucramos en ese sentido todo sería peor.

— Está bien, son tus términos y los respetaré —se levantó colocando nuevamente esa máscara de frialdad. que manejaba en la empresa— ¿Era todo lo que querías hablar conmigo?

— Si eso era todo.

— De acuerdo, entonces me retiro —tomó sus cosas y sin dedicarle ni una sola mirada más salió del departamento dejándola con más dudas sobre esa situación .

Jungkook al salir del edificio, se sintió tan  furioso consigo mismo que no pudo evitar soltar una palabra obscena.

Un sofá. Un maldito sofá.

Casi la hace suya en un sofá, por muchas cosas que digan de él, nunca se había dejado llevar como un tosco adolescente y el hecho de que Lisa despertará en él un nuevo deseo que le hacía perder el control, no era lo mejor dadas las circunstancias.

No era una persona muy emocional, pero sabía que se estaba comportando como una, se había jurado jamás volver a sufrir por amor, ni hacer sufrir a los demás, él llevaba la sangre del que se hacía llamar su padre biológico. El mismo que le dió la vida y le quito a su  madre. Sabía que podía ser un mounstro muy en el fondo.

Esa noche fue una de las más largas de la vida de Lalisa Manobal, pensar en las palabras de Jungkook sólo la llenaba de tristeza, sabía que ese matrimonio era falso, pero aún así le hacía sentir mal saber que él estaría con otras personas.

En la mañana con mala cara y sin haber descansado lo que debería, llegó a la empresa como de costumbre saludando a todos los que se encontraba con una sonrisa amable para luego dirigirse a su oficina y comenzar a trabajar.

— Lisa, que bueno verte —Jennie apareció en su campo de visión antes de ingresar— Toda la tarde de ayer han estado hablando de diversas revistas ya que quieren una entrevista contigo y el señor Jeon.

Una Boda Con Mi Jefe [Liskook] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora