Capítulo 21

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Buen partido.

— Mira que hermoso —Jennie estaba examinando la piedra que Lisa llevaba en la mano, su anillo de matrimonio era sencillo pero muy impresionante, sobretodo por qué valía más de un millón de dólares.


— Lo sé —contesto la tailandesa con una sonrisa, estaba que sudaba azúcar se la felicidad que sentía.

— Pero mira que alegre te encuentras, parece que alguien disfruto su noche de bodas.

— ¡Jennie!

Pero era cierto, ayer durante el almuerzo ella se asustó al ponerle nombre a lo que sentía por Jungkook. Pero ese pensamiento la hizo feliz, tenía un año para enamorarlo.

Jungkook en cambio se mostraba tierno y cariñoso con ella, ayer había sido increíble... la forma desinteresada en la que ayudo a su hermano. Y por la noche la ayudo a arropar a su hija y le hizo el amor de forma delicada, como si la adorara en cuerpo y alma.

— Bueno, iré a contactar con el centro de materiales para corroborar estás medidas, si necesitas algo me notificas.

— Está bien, Jen, gracias.

— De nada.

Lisa se dirigió a su escritorio pero un golpe en la puerta la detuvo.

— Adelante.

— Hola señora de Jeon —ella todavía no se acostumbrada a su nuevo apellido, pero se impresionó más al ver a Nayeon en la puerta.

— Hola ¿Qué sucede?

— Quería hablar usted. El señor Jeon me dijo que fue usted la que intercedió para evitar que me despidieran, le quería dar las gracias por eso —se notaba que no quería decirlo, así que rápidamente Lisa supo que fue Jungkook quien la mando.

— Mira Nayeon, yo sé que nunca nos hemos llevado bien , pero no te deseo el mal, sin embargo no vuelvas a besar a mi esposo.

— No se preocupe —dijo cruzándose de brazos realzando sus senos en su apretada blusa como si eso le diera poder— Mientras él no quiera nada de mí. Yo no haré nada, con su permiso —giro sobre sus talones y salió de la oficina.

¡Que arpía!

La tailandesa ignoro las palabras de Nayeon y se concentró en su trabajo, estaba feliz por tener ya terminados los stands del concurso, se decidió a llamar a su familia pero como siempre no le contestaron la llamada.

Nada nuevo.

Ella no sabía porque eran así, pero no importaba, sabía no podía hacer nada para cambiar la situación por mucho que lo deseara.

Otro golpe en la puerta la trajo de vuelta a la realidad y al ver a Jungkook entrando su corazón comenzó a latir con fuerza.

— Hola querida esposa.

— Hola querido esposo —le siguió la broma.

— Te venía a recoger para ir a almorzar en la cafetería o si quieres ir a algún otro lado por mí no hay problema.

— No, la cafetería suena bien, ya sabes... debo presumir estar casada con el jefe.

— Pensé que te habías casado conmigo por mi estupendo sentido del humor.

— Ya... seguro que tu gran ingenió y arrolladora personalidad fueron otros de los motivos.

Jungkook soltó una divertida carcajada.

— Gracias por tu voto de confianza.

— De nada, es lo menos que puedo hacer después de todo lo que has hecho por mí.

Una Boda Con Mi Jefe [Liskook] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora