Una Boda Con Mi Jefe [Liskook] ✔️

Capítulo 39 [Final]

¿Felices por siempre?

Jungkook sentía su sangre hervir al pensar en Sana, sabía que podía ser una perra pero está vez se había metido con una de las personas más sagradas para él.

Su hija.

¿Por qué Sana hizo eso?, él sabía cómo era Minatozaki ya que estaban calados por el mismo molde, pero jamás la encontró capaz de tal bajeza.

Lisa tuvo que permanecer en observación hasta el día siguiente, ella estaba deseando irse del hospital, siempre había sido una mujer activa y estar postrada en la cama sin hacer nada le molestaba. Jungkook prohibió la entrada de Minnie a la habitación de su esposa, al igual que en la mansión y empresa. Hablaba en serio cuando decía que no la quería cerca de Lisa. No sé arriesgaría, si hizo esto podría hacer cualquier otra cosa.

Cuando le dieron de alta, Jungkook la llevo directamente a su casa, él quería que ella se relajará para decirle lo que averiguo.

— ¿Estás cómoda cariño?

— Si, Jungkook —Lisa estaba exasperada, era la tercera vez desde que se habían recostado en la cama que le preguntaba eso./

— En el hospital... hablamos que nada de secreto y debí confesarte un par de cosas —empezó a decir seriamente, poniendo tensa a Lisa.

— ¿Qué sucede Kookie?

— Debido a lo sucedido con los Kim, mandé a investigar quién fue el culpable de que ellos se interesaran tan repentinamente por nuestra hija —Jungkook dió un suspiro— la persona que le mando las fotos de Wonyoung a los Kim, fue Sana Minatozaki

Lisa se quedó boquiabierta ¿Sana?

— ¿Qué? ¿por qué? no tiene sentido.

— El motivo no lo sé, pero te prometo que esto no quedará así.

Jungkook suspiro, esa era la parte fácil. Ahora venía lo peor.

— También tengo que decirte que luego de que Sana enviará las fotos de Wonyoung y ellos se interesaran por nuestra pequeña, le pidieron a tu hermana información sobre nosotros y nuestra hija.

— ¿Minnie les ayudo?

Lisa sabía que su hermana y ella no eran las mejores amigas, pero no la creía capaz de ayudar a que le quiten a su hija.

— Ya me encargue de eso, te juro que Minnie ni Sana volverán a interferir más en nuestras vidas.

Lisa se sentía preocupada, sentía que todos la querían separar de Jungkook y de Wonyoung. Pero ella sabía que su esposo jamás dejaría que eso pasará, debía confiar en él.

Dos días después, Jungkook llamo a Sana por teléfono, hubiera preferido hacerlo en persona pero Minatozaki se encontraba en Grecia

— Jungkook, que gusto hablar contigo querido —contestó alegre.

— Explícame ahora mismo el motivo por el cuál le mandaste esas fotos de Wonyoung a la familia Kim.

— ¡Oh! las fotos de la hija recogida de la chiquilla con la que te casaste, ¿cierto?

— ¡Vuelves a insultar a mi esposa y a mi hija y juro que me encargaré de destruir tu patética carrera por completo! ¡ahora respóndeme!

Sana jamás se había dejado intimidar por nadie, pero sabía el poder que poseía Jungkook.

— Se las mande una semana después de que me echarás de tu casa, fue de cierta forma un tipo de lapsus de despecho, pero tranquilo, ya lo supere y hasta tengo a otra persona, así que no tendrás que preocuparte más por mí y te agradecería que no me vuelvas a llamar Jungkook, mi pareja no puede saber que hable contigo es muy celoso, hasta nunca.