14

81 3 2
                                    

Narra Luka.

La poción estaría casi terminada, solo falta una cosa... Sangre de titán, creo que no sería tan difícil de conseguir, es solo un poco, puede haber en todos lados. Pero primero debemos descansar, estuvimos aquí todo el día, ni siquiera hemos almorzardo o dormido siquiera. Pronto todo este esfuerzo dará frutos.

...

—¿Quiera son? —hablo Elio, con voz adormilada.

—Creo que son las seis —hice una pausa para ver mejor el reloj —del otro día en la tarde.

Cuando terminó de hablar, un rugido de nuestras barrigas se escucha. Ambos nos avergonzamos un poco, pero no duró mucho porque salimos y revisamos la nevera de la abuela eda. Había un poco de sangre de manzana y unos cuantos huevos, y al fondo había unos panes, estaban medio duros pero estaban ricos. El estaba en su pergamino —Que se lo habían entregado antes de ayer— y yo en el mio. Ambos sin dirigirnos la palabra, no es que no queramos pero siempre a la hora de comer ni nos miramos, nos concentramos en otras cosas.

Estaba la casa sola y, como buen chico que soy me la puse a limpiar un poco, en cambio, el vago de Elineo se acostó y se durmió viendo su pergamino. Quien lo conociera así tranquilo dormido pensaría que no es capaz de siquiera romper un solo plato, mucho menos de moler a golpes a alguien.

Las horas pasaban y nadie llegaba, ¿Dónde están?, Pues parece que muy lejos porque no llegan aún, ni siquiera hooty está, y eso que el es la casa misma, no, eso sonó muy mal.

Luka. Luka. Luka... Luka Blight despiertas ya mismo.

Algo sonaba por la casa, no le preste atención. Estaba ocupado viendo las paredes que se encogian, ¿O yo me hacía más grande? No lo sé, estaba todo tan confuso, y yo solo me ponía nervioso. Elio ya no estaba, todo se volvía negro a mi alrededor, estaba tan grande o chiquito, ya ni siquiera conocía la diferencia misma, me hacía bolita, pero no, solo podía escuchar mi respiración acelerada, no escuchaba nada más.

¡Luka Blight, despierta!

Abrí los ojos de golpe y me encontré a con Elio, el estaba alistando su puño para golpearme, mientras que yo solo lo miraba y miraba su puño, era un sueño, ese pensamiento me tranquilizó un poco, aunque claro no sueño sueño, sino pesadilla.

—Me mandaron un mensaje, dicen que ya tienen la sangre de titán —me dijo, escondiendo su puño.

—Huh... Bueno, ¿Dónde están?

—Casa de amity —dijo y yo asentí.

—pues vamos a casa de amity, ya estoy harto de estar en el pasado —digo. En cierto punto si estaba harto de estar aquí, no estaban Mis madres, y se que están pero no como yo las conozco. Estaba harto de la comida de aquí, no esque sea quisquilloso pero sabía mala. Estaba harto de no poder ver el cielo estrellado, con las estrellas que yo conozco. Estaba harto de todo. Todo lo que involucraba este tiempo. Y no es mi culpa, sino la del tiempo que hemos pasado aquí, se sintieron años y solo estuvimos diez días. Diez días agotadores, ya quiero irme a casa lo más rápido posible. estaba tan inmersa en mi propia desgracia que no me di cuenta de algo—. Llegamos.

Lo dije en un susurro, llegamos más rápido de lo que pensé. Pensé que nos demorariamos más, o solo que mis pensamientos me comieron Vivo y por eso se me hizo tan corto el viaje. Que más da, solo debemos poner la sangre de Titán y esperar a que funcione.

—Si, nos demoramos mucho. Perdón chicas —se escucho a Elio. ¿Mucho? Pero si yo lo sentí como segundos.

—No pasa nada. Miren encontramos un poco de sangre de titán, estaba Emm... Nada fue fácil, eh. Dejemes decirles eso.

—Lo sabemos —le dijimos los dos al unísono.

¿¡QUÉ!? /la casa búho Where stories live. Discover now