CAPITULO 2: Favor

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—Si le dije que no ¿Por qué nos siguen? —Podía escuchar los pasos de los chicos detrás de ellas

—Edward dijo que iba a la biblioteca así que debe ser por eso pero Angel si no lo entiendo—la ve—eres muy desconfiada

—Lo soy, no sabe en quien confiar tu misma lo dijiste

—Sí, bueno solo te acompañare a la biblioteca y luego me voy, aprovechare que todo termino antes para hacer unas cosas pero espero vernos mañana

—Me saltare el introductorio es aburrido, así que será cuando comencemos—se detienen frente a la entrada de la biblioteca

—Es una lástima pero igual, fue un placer Esmeralda—sonriéndole

—Lo mismo digo, nos veremos Emma—la ve alejarse y ella entra a la habitación, se había enamorado de ese lugar desde el primer momento, le recordaba a la que tenía en su casa.

Cuando era pequeña le gustaba pasar horas encerrada en esa biblioteca, desde que aprendió a leer y cuando aún no sabía recordaba a su padre que le leía cuando tenía tiempo, aunque estaba ocupado con los negocios nunca descuido a su familia, le hacía falta su familia

Examina el estante que había visto la primera vez, había un cartel que decía novelas literarias, ella leía mucho en su computadora era lo que más hacia aparte de estudiar pero no había nada mejor que sentarse a leer un libro.

Habían muchos que no conocía y eso era decir mucho, no le gustaban los de romance, eran un poco aburridos, era sencillo saber que sucedería, el final feliz siempre estaba al otro lado del libro, eran muy pocos realistas.

Hubo una época donde le encantaba leer esa clase de libros, se sabía de memoria las historias de todas las princesas, en su inocencia siempre creyó que tarde o temprano llegaría su caballero en un corcel y con brillante armadura pero eso no era más que cuentos

Aprendió que la vida era muy dura, por eso sus historias siempre habían sido realistas con finales que eran reales, a cualquiera le podía pasar, solo una vez hizo una historia donde el final era distinto al resto de sus novelas pero termino por regalarlo, lo iba a quemar pero su hermano la había leído y le gusto, le suplico que no lo dañara así que ella se lo dio

—El problema será elegir uno que no me aburra—viendo los títulos, le pedía a su hermano que le buscara resumes pequeños de los libros que leía porque él sabía lo que le gustaba y él le descargaba lo que ella les pedía

Podía hacerlo ella misma pero no tenían internet en su casa, en pleno siglo XXI una chica sin internet es extraño y tampoco tenía celular, es porque habían decidió desconectarla del mundo hace años, su hermano tenia celular así que no le importaba la ausencia de internet a pesar de que era extraño pero siempre era compresible, a veces creía que él era más maduro que ella

—Puedo ayudarte si no sabes que elegir—frunzo el ceño ¿Acaso la estaba siguiendo? —Es normal, los aficionados a la lectura siempre no saben por dónde empezar cuando tienen tanto que escoger, mi primera vez aquí también quede fascinado, me gusta mucho la lectura

—Nadie te lo pregunto, creí que la biblioteca seria inmune para las molestias pero parece que no

—Solo vi que tenías rato observando, solo quería ayudarte un poco

—No necesito de tu ayuda y no me molestes—tomando algunos libros para alejarse, pensaba llevárselos a su casa

—Perdona que me vuelva a entrometer—Me detiene suspirando ¿No se cansaba? ¿Qué tenía que hacer para que la dejara en paz?

—Dicen que eres inteligente pero...—lo veo—no lo pareces ¿No entiendes indirectas o solo te haces el tonto?

—No te preocupes entiendo cuando no le agrado a alguien, ayudo en el estación de policía, mi sueño es ser uno algún día, así que soy bueno leyendo a las personas, también me gusta ayudarlas y creí que necesitas mi ayuda

El gorrión heridoWhere stories live. Discover now