CAPITULO 25: Fiestas

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Estaba de suerte porque todos había decidido ir descansar antes de la cena de esa noche, la comida estaba encargada que parecía un secreto para Edward que le gustaba hacer todo con su propio esfuerzo pero esa mañana había comprobado que la única buena en la cocina era Inés y Clara, ella había pasado de ayudarlos en cuanto noto que Edward no se aparecería por la cocina y que no necesitaban de su ayuda

Estaba en la cocina justamente por lo que pasaría esa noche, el tonto intercambio de regalo, no sabía mucho de Clara pero sí que le gustaban los dulces porque la había notado emocionada por el pastel que ella había preparado con Henry aun pensar en su amigo la entristecía, le había escrito algunas veces pero no había respondido, sentía que no se lo merecía, no cumpliría la promesa que le había pedido, no era capaz

—No falta mucho para sacarlos, espero y le guste, me estoy esforzando mucho por alguien que no me agrada, tonto Edward y sus extrañas actividades—había hecho unos ponqués para Clara, le regalía dos se había esmerado mucho en hacerlos, deseaba tanto poder estar duchándose después de todo habían caminado bastante pero la había pasado de maravilla con Emma y su hermano

Hasta había comprando unos brazaletes y colgantes que tenían pensado darle uno a Emma se lo daría esa misma noche aunque el collar que había llamado tanto su atención no sabía porque lo había comprado

—Me sorprende que estés aquí sola ¿Puedo saber dónde están los demás? —dejo de decorar los pasteles para ver a Edward que había aparecido de la nada

—En sus habitaciones como todos, solo estoy haciendo mi regalo para esta noche

—Espero no este envenenado y no sea para mí—lo veo acercarse al refrigerador, no sería tan cruel para hacer algo así, una cosas era querer alejarlos de ella—Debería estar preparando la cena debí suponer que no se lo tomarían enserio—lo veo sentarse en un banco para tomarse el vaso de jugo que se había servido

—Los escuche decir que la ordenarían de un lugar aquí cerca, era eso o que Albert y Angel terminaría arruinándola

—Seguro fue decisión de Angel pero ya es algo tarde para hacer algo, confiare en ellos supongo—lo observo ver mi creación, ya listo—Quedaron muy bien me impresiona que te esfuerzo tanto ¿Tu hermano?

—Es para uno de tus amigos—lo veo fruncir el ceño—Bien asegúrate que tiene un buen sabor y no están envenenado—digo para entregarle uno aún estaba molesta con el pero ella no era tan cruel como creía, después de lo que había conversado en el autobús se sintió como una tonto por la conversación que escucho que mantenía con Albert

No iba a negarlo, le dolió escucharlo, iba a conversar con Albert de las condiciones que tenía en su pequeño trato pero se había sorprendido con la conversación que tenía con Edward pero ya Angel se lo había advertido, debió esperarlo,  la veía como un objeto debía estar acostumbrada pero no podía hacer nada, solo cerrar el caso y sabía perfectamente cómo hacer que sucediera

Su relación con Edward cambiaria definitivamente después que ella hiciera el movimiento final así dejarían de molestar aunque a Albert le esperaba algo más cruel a diferencia de lo que le haría a Edward porque había escuchado lo que Albert estaba intentando hacer, no se había quedado para escuchar la conversación completa porque algo en ella no podía simplemente seguir oyendo aquellas palabras tan crueles de Albert pero no era lo que más le dolía

— ¿Cómo sé que no es una trampa para que me suceda a mí? Además no soy fan de lo dulce —muy precavido desde hace unos días, esperaba algún movimiento de su parte

—Bien—tomo una para poder métemelo a la boca pero cuando doy el mordisco Edward hace lo mismo desde el otro lado del pastelito, me sentía extraña por su repentino movimiento

El gorrión heridoWhere stories live. Discover now