CAPITULO 37: Revelación

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No sabía que Esmeralda reaccionara de esa manera, había estado preocupado por ella desde que la había escuchado discutir con Albert, fue una casualidad que había decidido ir a buscar a Albert porque quería preguntarle algunas cosas sobre la enfermedad que tenía Esmeralda, estaba seguro que no era verdad pero se sorprendió cuando escucho su discusión

No pudo evitar ir tras de Esmeralda después de que se fuera de aquella manera aunque no había reaccionado tan bien como espero, ya lo habían dicho, sus acciones lo confundía mucho pero sabía que ella no quería eso, solo se obligaba a decir esas palabras pero aun no descubría completamente porque

Ese día le había querido confesar todo lo que había descubierto y con la información que le había proporcionado Alex, le sorprendió la valentía del niño al terminar decidiéndose por pedir su ayuda, de verdad le importaba Esmeralda a pesar de todo lo que estaba pasado en su vida

Que Esmeralda se negara a escucharlo le dolió un poco, por algo no quería aceptar su ayuda, sabía que tenía miedo por eso había buscado una forma de quitarle ese miedo que tenía pero aun no conseguía la solución pero aun así hay estaba a punto de decirle todo lo que había descubierto

— ¿Te  he dejado sin palabras? —la veo estaba alterada y no dejaba que se le acercara ¿Seria el lugar para hablar de todo lo que había descubierto? Sabía que podía ser un golpe duro para ella

—Siempre has tenido un efecto muy extraño en mi así como yo lo tengo en ti—su mirada comenzaba a suavizarse por mis palabras aun en su mente rodaban la pregunta que le había hecho ¿Por qué de la nada la sacaba? Pero ella tampoco había respondido

—No has tenido ningún efecto en mí, no lo voy a permitir

—No es algo que se pueda controlar a voluntad porque si fuera así quizás nunca hubiera entrado en tu vida como lo hice, terminaste dejarme hacerlo—avanzo hacia ella, no se había movido de su lugar— ¿Quieres que te responda la pregunta? —no era el momento para hablar de eso cuando estaba tan alterada

—Por eso es que sigo hablando contigo, Respóndeme

—No me gustas—la veo fruncir el ceño—Sabes la opinión que tengo sobre las relaciones así que no te preocupes por algo como eso—por extraño que pareciera su reacción no fue la esperaba ¿Había dolor en su mirada? — ¿Esmeralda? —parecía no reaccionar, me acerco más para no asustarla mucho

—Sabes que no hablaba de eso—baja la vista evitado mi mirada—igual no me importa—era imposible ¿Verdad? Seguro estaba sacando conclusiones apresuradas, no solía equivocarse pero siempre había una posibilidad

— ¿Estas bien? —tomo sus hombros haciendo que me vea los ojos que se encontraban un poco brilloso pero no sabía si se trataba de las lágrimas que había derramado o porque eran nuevas—Quizás podemos hablar otro día ¿Te parece mañana cuando estés más calmada? —Su mirada parecía un poco perdida ¿Era su culpa? ¿No debió decirle eso?

—Si…Claro, mañana estaré en la biblioteca de siempre hay conversaremos con más tranquilidad—la siento alejarse pero extrañamente me dolía su rechazo—hasta mañana Edward—la veo alejare dejándome un extraño vacío

***
  No sabía porque en último momento dudaba de su decisión, se supone que era una persona decidida pero últimamente dudaba de su propio juicio, quizás no era la persona que había creído que era aunque se había esforzado en sacar su mejor versión y no que las personas no ven sus debilidades pero últimamente no era así

Por alguna razón a Esmeralda le estaba mostrando partes de su vida que solo Angel había logrado descubrir, no solía mostrar lo mucho que le afectaba el rechazo de su madre sobre su carrera también como había influenciado en el la muerte de su padre, esas cosas no las nadie, solo Angel que se había encargado de apoyarlo cuando más lo necesito

El gorrión heridoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt